(contiene spoilers)
Buen episodio de Elementary con un caso de la semana bastante interesante y un final francamente sorprendente.
Además, en el episodio hemos tenido una especie de convención de actores de Homeland ya que han aparecido como actores invitados Amy Hargreaves (Maggie) y a Raza Jaffrey (Asar Khan).
Una mujer, Jill Horowitz (Hargreaves) se presenta en casa de Sherlock para pedirle que busque a su marido. Lleva varios días fuera de casa y ella está convencida de que se ha fugado con otra.
Como Sherlock está aburrido decide aceptar el caso, que termina resultando ser mucho más interesante de lo que en un principio había pensado.
Sherlock y Joan se presentan en el despacho de abogados donde trabaja el hombre y allí le dicen que fue despedido hace seis meses. Sin embargo, cuando su mujer le llama, responden como si siguiera trabajando allí.
Sherlock llama al número que le ha dado Jill y descubre que una de las secretarias del despacho aún responde las llamadas dirigidas a la víctima.
La chica les dice que el señor Horowitz le pagaba por coger el teléfono y decir que aún trabajaba allí (principalmente a su mujer).
Sherlock se encuentra cada vez más intrigado por el caso sobre todo cuando se descubre que tras ser despedido Horowitz se dedicaba al cobro de impagos y tenía contratado un pequeño grupo de trabajadores (la mayoría ex presidiarios).
Además, al ir a la nueva oficina de Horowitz descubren indicios de que el hombre había sido asesinado.
A lo largo de la investigación, Sherlock, Joan y la policía descubren que Horowitz se había "apiadado" de un grupo de gente a los que tenía que cobrar o echar de sus casas y tenía la intención de de perdonarles la deuda.
Esto no le había gustado nada al dueño de su antiguo despacho, que era el que le había pasado el expediente porque él mismo tenía intereses urbanísticos en la zona donde se encontraban las casas de la gente a la que Horowitz tenía que cobrar el dinero. Por ello, le mató.
Sherlock le explica todo el asunto a Jill Horowitz y le hace entrega de la carpeta donde su marido guardaba todos los justificantes del dinero que la gente tenía que darle. Pero Jill ignora la carpeta y se va de casa de Sherlock. Por ello, éste termina quemando todos los papeles de la carpeta.
Por otro lado, Andrew, aprovechando que su padre está en la ciudad por negocios, organiza una cena con él y Joan.
Esto agobia un poco a Joan, que sin embargo acude a la cena y vuelve de ella aún más agobiada. El padre de Andrew es encantador. Andrew es encantador. Pero ella no se preparada para sentar la cabeza todavía.
Después de hablarlo con Sherlock, queda con Andrew para explicarle esto y dar por finalizada su relación pero estando en una cafetería, al tomar un sorbo de café (café que en principio era para Joan), Andrew empieza a sentirse mal y a ahogarse. La cosa pinta bastante mal para Andrew.
El episodio me ha gustado, aunque haya sido más flojo que los anteriores (pero es que esos fueron bastante buenos).
El caso de la semana me ha gustado y me ha parecido bastante original. Tengo que reconocer que estaba bastante perdida durante todo el episodio acerca de quién podía ser el asesino y desde luego no me esperaba que iba a ser su antiguo jefe. Pobre Horowitz, asesinado por intentar realizar una buena acción.
En cuanto al asunto Andrew. Era evidente que Joan no estaba igual de interesada en él que él en ella (como Sherlock le había hecho notar en varias ocasiones) y lo de la visita del padre de Andrew ha sido la gota que ha colmado el vaso y ha hecho que Joan se haya agobiado del todo.
Eso si, pobre Andrew, me ha dado mucha pena. Tiene toda la pinta de que no va a salir de esta y que ha sido envenenado al beber el café que era para Joan.
Por cierto, me encanta que Joan y Sherlock sigan igual de bien avenidos que en anteriores episodios. Como se echaba de menos y cómo ha mejorado la serie cuando la relación entre ambos ha vuelto a la normalidad.
LO MEJOR: las conversaciones Sherlock y Joan.
LO PEOR: En comparación con el anterior ha resultado flojo
PUNTUACIÓN: 8/10
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