sábado, 4 de abril de 2015

ELEMENTARY 3X10 SEED MONEY



(contiene spoilers)

Buen episodio de Elementary y segundo episodio consecutivo en el que la relación Joan/Sherlock ha vuelto a ser lo que era.

En esta ocasión, el caso de la semana se centra en el asesinato de un ingeniero genético Mark Duvravinsky, especializado en plantas que trabajaba cultivando marihuana para un cartel brasileño.

La policía descubre a la víctima tras haber ido al mismo edificio a levantar el cuerpo de una pareja de ancianos que habían muerto en su cama.

Sherlock descubre que los ancianos habían sido envenenados de forma accidental tras utilizar el asesino de su vecino un disolvente venenoso para hacer desaparecer el cádaver de Dubrabinsky.

La ex novia de la víctima, con la que había vuelto a mantener una relación ocasional, es la que les habla del trabajo del hombre y de su pasión por cultivar todo tipo de flores.

Cuando la policía descubre el lugar donde Duvravinsky cultivaba la marihuana, Sherlock se da también cuenta de la presencia de una variedad de orquídea extremadamente rara y que la víctima habría robado.

Esto hace que el caso de un giro y en lugar de centrarse en el cartel brasileño como autores de la muerte de la víctima, la policía pase a fijarse en una compañía agrofarmaceútica.

Cuando Sherlock y Joan van con Bell a visitar la empresa, la ejecutiva que les recibe,Barbara Conway, les dice que ellos no tenían motivos para querer matar a Duvravinsky por la orquídea ya que él mismo se la había regalado y les muestra una orquídea idéntica a la que descubrieron en el piso de Duvravinsky. Parece ser que el hombre había conseguido replicar la orquídea, algo extremadamente complicado.

Conway les permite a Sherlock y Joan que se lleven la orqúidea para demostrarles que ella no tenia nada que ocultar.

A lo largo de la investigación, dos ejecutivos de la compañía agrofarmaceútica aparecen muertos lo que complica aún más el caso.

Sin embargo, tras hablar con Barbara Conway las cosas parece que se aclaran un poco. Según ella, estaba cerca el momento en que su compañía pudiera empezar a comercializar marihuana medicinal y por ello querían contratar a Conway.

El cartel brasileño había fijado un precio de 10 millones de dólares para permitir que Duvravinsky dejara de trabajar para ellos. Pero la compañia solo podía llegar hasta cinco. De todas formas, Duvravinsky quería dejar el cartel y el día de su muerte iba a ir a hablar con ellos para que le dejaran marchar. Esto hace que la policía retome la hipótesis del cartel como asesino de Duvravinksy.

Pero al mismo tiempo la policía detiene a un hombre por el asesinato de los dos ejecutivos de la compañía agrofarmaceútica y se hace responsable de muchas muertes excepto de la Duvravinksy. Esto hace que la policía vuelva a estar un tanto deconcertada.

Sin embargo, Joan terminará resolviendo el caso de una manera fortuita al atender la llamada de la ex novia de Duvravinsky para que la ayude a entrar en su piso.

La chica le cuenta que la víctima le había contado que a todas sus conquistas les regalaba una flor amarilla que debía ser alimentada con un pienso especial diseñado por él.

Joan recuerda que Barbara Conway les dio una bolsa de ese pienso por error cuando les encomendó la orquídea.

Esto quiere decir que Conway era también amante de Duvravinsky y se termina descubriendo que le mató en un ataque de celos al enterarse de que Duvravinsky había vuelto a verse con su ex-novia.

En otro orden de cosas, Kitty lleva su propio caso, relacionado con la hija de una mujer que participa en sus sesiones de terapia.

La chica era fruto de una violación y desde que a su madre no le quedó más remedio que confesarle cómo había sido concebida, la chica se estaba metiendo en problemas con la policía. Llevaba cuatro días desaparecida y la mujer no sabe que hacer.

Kitty va a preguntar a las amigas de la víctima y una de ellas le da un numero de matrícula de un coche que la chica le había dado y que supuestamente la había estado siguiendo.

Cuando la policía interroga al hombre, Kitty se da cuenta de que éste tiene un defecto genético en un dedo idéntico a uno que tiene la chica desaparecida.

Esto hace que Kitty descubra qué es lo que realmente está pasando. La chica desaparecida, le había dicho a su amiga que le diera a la policía esa matrícula mientras ella se escondía en el piso de la tia de su amiga (que iba a estar fuera de la ciudad por un tiempo).

La chica había descubierto que ese hombre era su padre y quería denunciarlo. Sin embargo, Kitty va a hablar con ella y la convence de que lo deje pasar porque su madre ya ha pasado página y la va a obligar a revivir todo lo sucedido.

Por otro lado, Watson le comenta a Sherlock que va a dejar de trabajar por su cuenta para pasar a formar parte de los investigadores de plantilla de una aseguradora. Sherlock se muestra bastante receptivo y ni se mete ni critica su opción.

Además, él también ha pensado en algunos cambios que quiere llevar a cabo. Tras unas cuantas interrupciones, nos enteramos que este cambio tiene que ver con Kitty, a la que quiere ascender oficialmente de protegida a socia.

A Watson le parece una idea estupenda y se ofrece a pasarse con pizzas para celebrarlo cuando Sherlock se lo haya comunicado (algo que Sherlock le dice a Watson que piensa hacer esa misma tarde).

Sin embargo los planes de Sherlock se ven alterados por una llamada del capitán Gregson y una petición de que vaya él solo a verle.

Al llegar el lugar, el capitán le muestra el cuerpo de una chica de 24 años que ha aparecido muerta. El capitán ha llamado a Sherlock porque la chica presenta en su espalda los mismos cortes que vio en el expediente de Kitty que Sherlock le dio para que lo leyera. Parece que el atacante de Kitty se encuentra en Nueva York.

El episodio me ha gustado mucho, no tanto por el caso (que no me ha parecido nada del otro mundo aunque si bastante original en cuanto a la ocupación de la víctima) sino sobre todo por las interacciones entre Sherlock y Watson, la investigación paralela de Kitty y la revelación final de que el atacante de Kitty está en Nueva York,

Me encanta volver a ver a Sherlock y Joan actuando de nuevo como amigos preocupados el uno por el otro y también cómo ha mejorado Sherlock su trato hacia Joan. Ya no se mete en sus cosas, no interfiere en su vida y además le cuenta sus problemas con total confianza. Parece que Sherlock necesitaba que Joan casi le odiara para terminar reaccionando.

También me ha gustado mucho ver la investigación paralela de Kitty, ver lo mucho que ha aprendido de Sherlock y confirmar que se está convirtiendo en una muy buena detective.

El final me ha resultado muy inquietante y parece que prepara unos próximos episodios que pintan interesantes.

LO MEJOR: El retorno de la mejor relación Sherlock/Joan, el caso paralelo de Kitty

LO PEOR: El caso de la semana podía haber tenido un asesino algo más original

PUNTUACIÓN: 9/10

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