martes, 14 de abril de 2015

EL MINISTERIO DEL TIEMPO 1X08 LA LEYENDA DEL TIEMPO


(contiene spoilers)

Buen episodio de  El Ministerio del Tiempo para despedir su temporada, aunque sinceramente me esperaba un poco más. Quizá algo más vistoso y espectacular. A pesar de ello, me ha encantado la trama centrada en la residencia de estudiantes y ver a Dalí, Buñuel y sobre todo a Lorca (que encanto de hombre, ala otro personaje al que me gustaría volver a ver en la serie. Que gran interpretación por parte de Angel Ruiz). Julián me ha exasperado bastante durante todo el episodio, todo lo contrario que Alonso y Amelia. Eso si, el final ha sido una pasada que deja con muchas ganas de que llegue pronto la próxima temporada.

El episodio empieza de una manera muy original. Por un lado tenemos a Amelia en la Barcelona de 1940 visitando su tumba, por otro a Alonso en la Sevilla de 1570 viendo cómo su mujer lava en el río y finalmente a Julián, sentado en un banco, en el Madrid de 2012, viendo como Maite corre.

Mientras está allí, alguien se sienta a su lado. Es un hombre que se presenta como Federico. A Julián no parece hacerle mucha gracia que el hombre intente darle conversación y le dice que por qué se ha sentado ahí, a lo que el hombre responde que para que no se encuentre solo.

Parece que nos encontramos en el día en el que Maite fue atropellada porque justo cuando se para en medio del paso de peatones, mirando hacia un sitio, Julián se despierta sobresaltado.Además, en ese momento le suena el busca, al igual que a sus compañeros.

El Ministerio les llama porque tienen una nueva misión. Van a tener que ir a la Residencia de Estudiantes, al Madrid de 1924. Allí se representa una obra de teatro (en concreto una versión libre del Tenorio) cuyo cartel hizo Dalí y en el que aparece una tablet.

Como, evidentemente, en 1924 no había tablets, su misión es ir a recuperarla y hacer desaparecer los carteles de Dalí. Para ello, se harán pasar por estudiantes de la residencia.

Durante la charla explicativa de Ernesto y Salvador sale a relucir que por la residencia de estudiantes no sólo pasó gente como Buñuel, Lorca o Dalí, sino tambien cuatro premios nobel como Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Juan Ramón Jiménez y Echegaray. En serio, me ha encantado que hayan decidido centrar un episodio en la Residencia de Estudiantes.

Irene, que acaba de volver de dos semanas de vacaciones para recuperarse de la muerte de Leiva y del hecho de que su mujer haya dejado su casa, dirigirá la misión. Esto a Ernesto no le convence en absoluto. Piensa que Irene necesita más tiempo. Sin embargo Salvador opina que lo que necesita Irene es trabajar y que fue ella misma la que le llamó para pedirle volver. Ernesto no dice nada más pero no se le ve demasiado convencido de la respuesta de Salvador.

En fin, que cuando nuestro trío, todo caracterizado para pasar desapercibidos en los años 20 se acercan a la puerta, se encuentran con mi  amadísimo Velázquez (que llevaba un par de capítulos sin salir y al que se echaba de menos). Velázquez les cuenta que va a ver a Goya pintando los frescos de la Florida. Según Velázquez, Goya no dibujaba muy bien pero tenía mucha fuerza.

Julián entonces le comenta que ellos van a ir a ver a Dalí y entonces a Velázquez le cambia la cara. Parece que fan, fan, lo que se dice fan de Dalí no es. Según él, Dalí era un dibujante extraordinario, que era capaz de hacerte un cuadro igualito que una fotografía, pero para él no tenía alma y más o menos le acusa de ser un mercenario del arte. Según Velázquez la única cosa buena que tiene Dalí es que era fan suyo (le copió el bigote).

Cuando Velázquez se va, los chicos se preguntan si existe alguien más pagado de si mismo. Más adelante se darán cuenta de que si y de que Velázquez, que es lo más grande, tenía más razón que un santo en sus comentarios (muy fan de Dalí no son estos guionistas, las cosas como son).

Antes de entrar en su puerta, la patrulla se encuentra con Irene, que les da las últimas instrucciones y también con alguien más. ¡Se ha descubierto el secreto de la eterna juventud de Jordi Hurtado! ¡Es funcionario del ministerio! Mientras Jordi recuerda viejos tiempos con Irene (de cuando ayudaron a Cervantes a escribir el Quijote), Julián lo flipa bastante, ante la mirada desconcertada de Alonso y Amelia, que no entienden nada. Lógicamente Julián le pregunta a Jordi, si es quien cree que es, aunque Jordi le responde con evasivas.

Cuando Jordi cruza su puerta, Julián le pregunta a Irene que a dónde va y ésta le responde que a grabar el concurso.

Irene les avisa a los chicos que un funcionario del ministerio, Ortigosa, les espera cerca de la Residencia para darles los papeles.

Efectivamente, Ortigosa está donde decía Irene. Resulta que es jardinero y se saca un sueldo extra con el trabajo del ministerio (me encantan este tipo de detalles de esta serie). Ortigosa les da sus identificaciones y les dice que vayan al salón de actos y simplemente digan que son los nuevos, que nadie les hará más preguntas. Ortigosa también les avisa de que tengan cuidado, que hay mucha gente rara por allí.

En ese mismo momento, aparece Buñuel, corriendo en tirantes y pantalón corto en lo que debía de ser un idea gélido. Buñuel le guiña un ojo a Amelia al pasar a su lado y sigue con su carrera.

Los chicos llegan al teatro donde se está llevando a cabo la representación. El director (Secún de la Rosa) está bastante desesperado porque Buñuel (que es el Tenorio) no aparece, los decorados son un asco (a pesar de que Dalí participa en la representación) y la actriz que interpreta a doña Inés, Rosita, es muy mala.

Tal es su sofoco que termina desmayándose y siendo socorrido por Julián, ante la mirada de Silvia, una estudiante de medicina que se quedará prendada por él. Sobre todo después de verle diagnosticar una diabetes con un simple examen superficial.

Quien también se queda un poco sorprendido al ver a Julián es Lorca, que está convencido de que le ha visto antes. Y no sólo de eso, sino de que viene del futuro Julián también se queda bastante impactado al ver a Lorca, porque resulta ser el hombre del banco de su sueño.

La patrulla pronto se pone manos a la obra para intentar encontrar la dichosa tablet, pero la misión se interrumpe una primera vez porque Alonso, rebuscando entre los baules de la ropa de la función, encuentra una foto de la boda de Amelia y Alonso.

La foto hace que vuelvan corriendo al ministerio y que la patrulla tenga que confesar el paripé que montaron con Julián haciéndose pasar por prometido de Amelia para que la madre de ésta les dejara en paz. Salvador les dice que cuando acabe la misión hablará con ellos pero que en ese momento tienen cosas más urgentes en las que pensar, como por ejemplo en quién puso esa foto allí. Parece claro que hay alguien que intenta desestabilizarlos pero quién y por qué.

Antes de volver a la Residencia, ésta vez acompañados de Irene (el ministerio ha descubierto que se han vendido unas obras de Dalí no catalogadas y se sospecha que Lola Mendieta está detrás de ellas), Julián habla con Amelia en la cafeteria y le dice que él no es su marido ni el padre de su hija, haciendo que Amelia se entere de que Julián la siguió cuando visitó la tumba.

Julián le dice a Amelia que "la quiere un huevo", pero como una amiga y que él sólo querrá en su vida a una mujer. A Maite. Esto deja un poco triste a Amelia que parece que Julián está empezando a gustarle y la sufrida audiencia está hasta el gorro de Maite.

De vuelta en la residencia, a Alonso le toca el papel de apuntador y en el libreto que le pasan ve una foto de Blanca con moratones en la cara. Esto le enfada tanto que aprovecha un comentario de Buñuel a Silvia y Amelia para encararse con éste y retarle a un duelo.

Buñuel acepta pero le dice que será sin armas, boxeando. Alonso no tiene muy claro que es eso de boxear (le pregunta a Julián si se puede morder, dar cabezazos o tirar del pelo. Alonso es lo más), pero termina soltándole tremendo puñetazo cuando Buñuel le sigue tocando las narices.

Además, Amelia se enterará de que Silvia es su nieta y que a ésta le gusta Julián. Y Alonso se emociona mucho cuando se hace la representación final de la obra. Nuestro Alonso se ha hecho fan del Tenorio.

Esa noche, Julián por su parte tendrá otro sueño premonitorio (después de estar leyendo Poeta en Nueva York) en el que aparece Lorca y en el que ésta vez si, Maite resulta atropellada.

Irene, decide quedarse en la residencia a pasar la noche con el pretexto de averiguar más cosas acerca de la tablet ya que parece que ha entablado una cierta amistad con Rosita. Más tarde se verá que Irene seduce a Rosita y le pide que haga algo por ella.

Todo el asunto de los sueños, hace que Julián y Lorca desarrollen una bonita amistad en un corto periodo de tiempo (a pesar de que Silvia lo malinterpreta como que a Julián le gustan los hombres). Lorca en todo momento le dice que está enamorado de Dalí y que no quiere nada con él, pero que siente una conexión entre ellos. Lorca es un amor, en serio.

Julián busca en la habitación de Dalí la dichosa tablet y casi le pillan husmeando. Es entonces cuando tiene una conversación con éste con el pretexto de que quiere que Dali le presente a su mecenas (que han deducido que se trata de Lola). Sin embargo, Dalí no suelta prenda y Julián y la audiencia comprobamos que Velázquez estuvo totalmente acertado en la definición que hizo de él, que hombre más inaguantable.

Más tarde, Irene y Amelia seguirán a Dalí que ha quedado con su mecenas, o sea, Lola, pero ésta las ve aparecer y no acude a la cita.

El Ministerio sospecha no sólo que Lola es la responsable de lo de la tablet y de lucrarse vendiendo cuadros de Dalí, sino que también está detrás de las fotografías de la vida de la patrulla que han ido apareciendo.

Por otro lado, Julián recibe un sobre con una foto. Es Maite muerta, algo que le conmociona mucho y hace que tenga que ser consolado por Lorca.

Lola le manda un mensaje a Amelia y la cita para explicarle lo que pasa porque asegura que es inocente. Amelia acude a la cita y Lola le dice que ella odia al ministerio pero no a la gente que trabaja en él, que ella lo hizo muchos años y que los respeta. Precisamente por eso ella nunca mandaría esas fotos, por mucho que se esté enriqueciendo con la venta de cuadros de Dalí (también admite ser la responsable de lo de la tablet. Ella la llevaba en su bolso y como Dali es un fisgón la vió y la pintó. Definitivamente a los guionistas no les cae nada bien Dalí, es que no podrian pintarle peor).

Amelia parece creerla pero ya es demasiado tarde porque Alonso y Julián se presentan allí para entregar a Lola al Ministerio.

Al volver al despacho de Salvador, todos se congratulan del éxito de la misión aunque Amelia sigue dudando de que Lola sea la responsable de lo de las fotos de sus seres queridos. Es entonces cuando Irene suelta un comentario, acerca de la foto de Maite que hace que Julián se de cuenta de que no ha sido Lola, sino Irene la que ha estado intentando desestabilizarles.

Al decírselo a Irene, ésta lo admite. Después de lo de Leiva y de haber perdido a su mujer, odia al ministerio y quiere destruirle. Toda esta parte me ha parecido muy forzada y bastante poco creíble. Si querían hacer algo parecido tenían que haber dado más tiempo porque lo de las fotos no tiene ningún sentido. Una cosa es que Irene odie al ministerio pero a la patrulla y sobre todo a Julián y a Amelia siempre les ha tenido mucho cariño. Es lo que dice Lola pero al revés. Que odies al ministerio no significa que quieras hacer daño a sus funcionarios.

Salvador ordena a Ernesto que se lleve a Irene, aunque a ella, a diferencia de a Lola, no la va a mandar al penal de Huesca. Cree que es una agente muy valiosa y no pueden perderla. Por ello decide enviarla a un centro de reeducamiento.

Ernesto entonces vuelve a sacar el tema de que Irene no estaba preparada para volver a trabajar tan pronto después de lo de Leiva, sobre todo teniendo en cuenta que fue ella la última que lo visitó y la que seguramente le administró la droga que le permitió huir.

Pero Salvador le dice a Ernesto que está seguro de que no fue Irene quien le dio la droga a Leiva porque fue él mismo quién lo hizo y que tendría que haberlo hecho mucho antes. Que era una vergüenza que tuvieran en una carcel inhumana pudriéndose a uno de sus mejores agentes. Ese fue uno de los motivos por los que Leiva no le mató en el episodio anterior.

Salvador le pregunta a Ernesto si le va a denunciar. Pero este le dice que no, que le respeta demasiado para hacerlo y que si se lo piensa decir a la patrulla. Salvador le dice que si, pero a su debido tiempo.

Mientras tanto, Amelia y Julián va a la residencia de estudiantes una última vez para despedirse de Lorca y el resto y nos enteramos de que Dalí y Buñuel se van a París (para consternación de Lorca).

Durante la cena, Dalí le da un sobre a Amelia de parte de Lola que la deja muy conmocionada y Julián se queda traumatizado al despedirse de Lorca y no poder decirle nada para salvarle.

Lorca improvisa unos versos y Julián los termina, confirmando la sospecha de Lorca de que Julián venía del futuro. Ambos se abrazan y Julián se va casi llorando.

Esto le ha dado la resolución que le faltaba para intentar salvar a Maite. Amelia le intercepta antes de que se vaya y le dice que le va a ayudar.

Mientras tanto, Alonso ha vuelto a Sevilla y tomando prestada una idea del Tenorio (que como hemos visto antes le ha gustado mucho), se presenta como un espíritu furioso ante el hombre que maltrataba a su mujer y como un espíritu guardián ante Blanca cuando ésta le descubre. Parece que Alonso ha encontrado una forma de seguir viendo a Blanca sin saltarse paradojas temporales, solamente aprovechando la superstición de esa época.

Por otro lado, Amelia y Julián llegan al momento justo del atropello de Maite y no se sabe bien si porque el destino es el que es y no se puede cambiar o porque fueron ellos desde un principio los que provocaron el accidente, Maite termina muriendo igual. Maite se les queda mirando, el coche de Julián y Amelia choca con otro coche que a su vez choca con otro y termina atropellándola.

Amelia le pide a un Julián en estado de shock que se vayan de allí porque su yo del pasado va a llegar con el Samur. En efecto, justo cuando Amelia y Julián del futuro se van, aparece Julián del pasado en su ambulancia y llora al coger el cuerpo sin vida de Maite entre sus brazos.

De nuevo en 2015, Amelia y Alonso están en el piso de Julián. Amelia le ha dado un cóctel de tranquilizantes suficiente para dormir a un caballo y Alonso se ofrece para quedarse vigilándole mientras ella se echa en el sofá.

Cuando Amelia se va, Alonso le confiesa a un Julián al que cree dormido que lo ha hecho, que ha cambiado para mejor el futuro de Blanca. Julián, que no está dormido se queda mirando al vacío.

Mientras tanto vemos a Amelia también bastante afectada en el salón del apartamento de Julián y por fin vemos la foto que Lola le dio por medio de Dalí. Son Julián, ella y un bebé. En ese momento, Amelia recuerda las palabras de Julián de que sólo querrá a una mujer en la vida y rompe la foto.

El episodio termina con la cámara centrada en los enormes y tristes ojos azules de Amelia.

El episodio me ha gustado pero me esperaba quizá algo más espectacular por ser el final de temporada, a pesar de ser un buen episodio, aunque quizá tiene sentido que se hayan decantado por un episodio más emcional y centrado en las vidas de los protagonistas.

Demasiado Julián en modo intenso para mi gusto, aunque casi le han redimido sus escenas con Lorca, que es un personaje que me ha encantado y que se une a mi larga lista de personajes episódicos a los que me gustaría volver a ver (y quizá con lo de los sueños premonitorios haya posibilidades). En serio, qué amor de hombre y que pena me ha dado Julián al no poder decirle a Lorca nada de su futuro ni hacer nada por salvarle. Gran interpretación por parte de Angel Ruiz.

Lo de que Julián era el marido de Amelia y padre de su hija se veía venir. Y que Amelia está medio colgada por Julián, también. Aunque después de lo de "sólo hay una mujer a la que voy a querer y esa es Maite", veo a Amelia intentando cambiar su destino (lo de querer salvar a Maite para no sufrir y el romper la foto de ellos dos con su hija son dos síntomas claros de ésto).  Que Amelia haya conocido a su nieta resulta tambien un pelín forzado.

Pero claro, hasta qué punto se puede cambiar el destino. Porque menuda paradoja temporal que se han marcado con lo de Julián y Amelia intentando salvar a Maite. Ahora uno se pregunta sino fueron ellos los que originaron realmente el accidente (Maite se les queda mirando en el coche) o simplemente hay cosas que no se pueden cambiar.

Hablando de Julián y Maite. En serio, esa historia no funciona. Es aburrida y hace que Julián pierda puntos porque se pone muy pesado y egoísta cada vez que se toca el tema. En este episodio ha sido muy desagradable con Amelia con eso, yo no puedo ser tu marido, soy yo Amelia y le mando a freir espárragos. Además, resulta un poco creepy las cosas como son y encima habrá que ver qué consecuencias tiene para la relación del trío todo este asunto en la temporada que viene.

Sin embargo, todo lo relacionado con Alonso cambiando el destino de su mujer primero haciéndose pasar por espíritu para amenazar al hombre que la maltrataba y posteriormente decirle a la propia Blanca que él iba a ser siempre su protector (en modo espíritu) me ha gustado mucho y en cierta forma se ha buscado la manera de ver a Blanca sin que eso cambie la historia.

Si es que Alonso es un sol y todo lo que toca lo mejora. Me ha encantado verle todo emocionado con el Tenorio (y más tarde utilizando el texto para no descubrirse ante Blanca) y también el puñetazo que le ha pegado a Buñuel. Alonso mola un montón.

Amelia también me ha gustado un montón. Es un amor de niña y Julián es bastante tonto al no darse cuenta de la chica tan maja que tiene al lado y que su obsesión por Maite ni es sana ni es normal. Aura Garrido ha estado estupenda en este episodio. Esta chica promete un montón, me parece de las mejores actrices de su generación, sino la mejor.

Por cierto, se ve que los guionistas no son muy fans ni de Buñuel ni de Dalí porque les han puesto finos, menuda pareja de impresentables.

Y mi queridísimo Velázquez ha vuelto a salir, aunque haya sido muy poquito y casi exclusivamente para poner verde a Dalí (muy gracioso el contrapunto entre lo que dice Velázquez de Dalí y lo que éste dice de él). Tenía que haber salido más y haber compartido escenas con Salvador. Echo de menos al duo Velázquez/Salvador.

El giro relacionado con Irene no me lo esperaba para nada y no me ha gustado demasiado. Ha quedado un pelín forzado y no me he creído mucho a Cayetana Guillén Cuervo (algo raro porque me lleva encantando toda la temporada). Que Salvador la haya medio indultado más o menos asegura que una vez reflexione, se volverá a incorporar al Ministerio aunque habrá que ver cómo la recibirá la patrulla porque como le dice Alonso, al menos Lola no se ocultaba en lo que hacía.

Sin embargo, la revelación de que había sido Salvador el que había salvado a Leiva si que no me la esperaba y me ha gustado mucho. Además, lo han enlzado muy bien con lo que pasó en el capítulo anterior. Entre esto y lo de Irene parece que Salvador está ya hasta el gorro de seguir las normas ciegamente.

Hablando de Salvador, en este episodio nos hemos enterado de que es viudo y que a diferencia de Julián, nunca va al pasado para ver a su mujer por no reabrir heridas (creo que Salvador debería tener una charlita con Julián y de paso contarnos a la audiencia su vida). Jaime Blanch es muy, muy grande y esta serie tiene muchísima suerte de poder contar con él.

Otra cosa que no me ha gustado es que Amelia haya traicionado a Lola porque aunque no sea una santa, con ellos y sobre todo con Amelia, no se ha portado mal.

Por cierto, genial la aparición de Jordi Hurtado. Qué grandes son estos guionistas con este tipo de detalles. También me ha gustado ver a Secún de la Rosa en la serie.

En fin, veremos qué nos depara la siguiente temporada. Si Julián supera de una vez lo de Maite (por favor guionistas, apiadaros de nosotros que esa historia es un pestiño), si lo de Amelia y Julián termina concretándose o no (tienen potencial para ser una pareja muy interesante de ver si Julián deja de ponerse tan cansino con el asunto Maite), si Irene vuelve (lo más seguro), si Lola se escapa (muy probable).

Personalmente espero que nos cuenten por fin la historia de Salvador y que dejen de una vez aparcado toda la trama Julián/Maite porque, en serio, no funciona.

En conclusión, un buen final para una gran temporada de la que para mi ha sido la serie española revelación de esta temporada y de la que me alegro muchísimo que hayan renovado.

MEJORES FRASES/MOMENTOS
  • Todas y cada una de las escenas de Lorca. ¡Qué encanto de hombre! Ojala vuelva
  • La reaparición de Velázquez y sus comentarios sarcásticos sobre Dalí y la contraposición con la escena de Dalí hablando sobre Velázquez (onfirmando que Velázquez tenía razón acerca de él)
  • Alonso emocionado con el Tenorio y más tarde echando mano de él en su trama con Blanca (qué remonísimo que es Alonso)
  • Alonso preguntando si se podía morder, arañar o dar cabezazos en el boxeo para terminar atizándole tremendo gancho de derechas a Buñuel. En serio, muy fan de Alonso
  • El cameo de Jordi Hurtado
  • Que Salvador se hartara de cumplir las normas y liberara a Leiva. Giro completamente inesperado
  • Salvador llamando a Alonso una máquina de matar y mejor soldado del ministerio (parecía que estaba definiendo a Chuck Norris o Silvester Stallone)

LO MEJOR: Todo lo relacionado con Alonso y Amelia, la revelación de que Salvador había sido quien había rescatado a Leiva, el personaje de Lorca y la interpretación de Angel Ruiz

LO PEOR: Lo de Julián y Maite me parece lo peor de la serie con diferencia, entre que la historia es un rollo y que Julián se pone insoportable cada vez que tocan el tema

PUNTUACIÓN: 9/10

6 comentarios:

  1. Hola, puck

    A mí me gustó también el capítulo, fue muy ágil y con muchos giros de guión. Lo encontré muy amenos, aunque la trama de Maite fue lo que menos me gustó. Se veía venir que Julián trataría de salvarla. Creo qeu se están dando varias paradojas: además de que Julián haya provocado el accidente, también tenemos el caso de la boda entre Amelia y Julián... ¿se casaron y son los padres de l aniña? cada vez veo más claro que la hija de ambos resultará ser Lola.

    Muy grande Alonso preguntando qué era el boxeo y si podía morder y dar cabezazos para acabar dando semejante puñetazo, jajja. A Salvador no loo entiendo: no me resulta creíble que fuera él quien salvara a Leiva, me dejó un poco atónita... y después, ver que era indulgente con Irene... no sé... es como si me hubieran cambiado al personaje, me gusta más de inflexible.

    Me quedé con una frase que me gustó mucho, aunque ahora no recuerdo quién la dijo: “Sólo hay una cosa más estúpida que el ser humano en general: el ser humano en particular”.

    Bueno, ahí queda una grandísima temporada de la serie, vamos a echarla de menos.
    Saludos y hasta pronto!!!

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    1. Hola Silvia!!

      El capítulo me gustó pero no se, me esperaba algo más espectacular por ser el final de temporada y al ver que era un capítulo más centrado en los dramas personales de los protagonistas, me dejó un poco chafada al terminar de verlo. Pero con este capítulo me ha pasado una cosa muy curiosa, me ha ido gustando más a medida que han ido pasando los días. Cada vez me parece más acertada la idea de terminar con un episodio más de personajes y el final del episodio me parece cada vez mejor.

      Todo lo de Julián y Maite me ha agotado un poco mucho, pero la paradoja final del episodio me ha encantado en plan, ¿siempre fueron ellos los que provocaron el accidente o es algo que no se puede cambiar?

      Estoy contigo en que Lola tiene toda la pinta de ser la hija de Julián y Amelia, aunque visto como ha acabado el episodio, a estas alturas estoy empezando a dudar que esa hija vaya a nacer. Veo a Amelia muy decidida a que eso no se cumpla.

      Alonso es lo más grande de esta serie. Entre lo del momento boxeo+puñetazo a Buñuel, su emoción por el Tenorio y cómo se las ha arreglado para ayudar a Blanca sin cambiar la historia, en este episodio ha estado genial.

      Yo si entiendo el cambio de Salvador. Creo que debía llevar tiempo pensando que las cosas no podían seguir siendo tan rígidas y que Irene le recordara el caso de Leiva fue la puntilla.

      La verdad es que esta serie ha sido una sorpresa. La temporada ha sido estupenda (y sin nada que envidiarle a muchas series extranjeras) y coincido contigo en que la vamos a echar mucho de menos hasta que empiece la segunda temporada.

      Un saludo

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  2. ¡hola puck!

    Un final de temporada de lo más interesante aunque sólo vengo a decir que la trama de Maite me carga y hace que Julián me caiga muy mal. Espero que para la próxima temporada ya dejen el tema.

    Aparte que el accidente de Maite se las trae porque aún no sé si fue provocado por Julián la primera vez o su muerte es inevitable haga lo que haga, es su destino. La verdad que se montaron una paradoja temporal bastante interesante.

    La historia de Amelia y Julián es otro interrogante de lo más interesante. Tengo unas ganas tremendas de ver cómo lo van a desarrollar.

    Alonso viendo la obra del Tenorio es lo más, menuda cara de disfrute ha puesto(el actor es muy bueno) y luego con su mujer. Un amor vamos.

    La trama de Irene muy forzada, no han dado tiempo a desarrollarla. No me la he creído. Entiendo que pueda estar resentida pero, al igual que el suicidio de Leiva en el anterior capítulo, la "traición" de Irene me ha parecido un error de guión. A lo mejor si hubiera ocurrido en la próxima temporada sí me la hubiera creído pero de un capítulo para otro, no.

    Pero lo que más me gustó de la serie fue el momento de la despedida entre Julián y Lorca. Yo estaba deseando que le dijera: no vuelvas a Granada. De verdad que hay personajes a los que tendría que haber un Ministerio del Tiempo para salvarlos en la realidad. Esa cara de Julián ahí conteniéndose tremenda.

    Tengo que agradecer a esta serie que meta personajes históricos tan fantásticos. Me quedaría con Velázquez (su descripción de Dalí es genial con lo de "te hace un dibujo en una uña") y el general Spinola(con sus tercios cargándose a los nazis genial). Destaco estos pero me han gustado todos.

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    1. Hola anxa!!

      A mi me pasa lo mismo con la trama de Julián y Maite, hace que le tenga manía a Julián y eso no me gusta nada porque Julián, cuando no está en modo intenso, mola mucho.

      La paradoja temporal del accidente de Maite es, junto con las escenas entre Julián y Lorca, mi parte favorita del episodio. ¿Hay cosas que no se pueden cambiar o siempre fue Julián quien provocó el accidente?

      Como tú tengo muchas ganas de ver cómo desarrollan lo de Julián y Amelia. Porque parece medio claro que algo tiene que pasar entre ellos, aunque ahora, entre que Julián sigue obsesionado con Maite y que Amelia parece no querer tener nada con Julián por lo obsesionado que éste está con Maite lo veo complicado.

      Totalmente de acuerdo en lo de Irene. Me pareció muy forzada su traición. Como tú, creo que para que resultara creible tenían que haberlo desarrollado mejor, durante más capítulos y no deprisa y corriendo, forzando la situación.

      La despedida de Julián y Lorca fue de lo mejorcito del episodio. El actor que interpretó a Lorca me encantó y me dio tanta pena que Julián no pudiera decirle nada. Pobrecillos los dos.

      Para mi, mi secundario favorito ha sido sin duda Velázquez. Si la serie consiguiera convencer a Julián Villagrán deberían hacerle fijo porque es muy, muy grande.

      Luego me gustaron mucho Lorca, Lope, el lazarillo y fray juan, Spinola.. Es que esta serie ha tenido tan buenos personajes episódicos que es realmente complicado quedarse con uno solo.

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  3. El capítulo me ha gustado, aunque ha habido poca acción.
    Me ha encantado Lorca, ¡qué gran personaje y qué gran interpretación! Me han dado ganas de leer al autor, y mira que yo no soy muy de literatura clásica y menos de poesía o teatro.
    Después del gran capítulo de Irene de la semana pasada, la han puesto aquí como que está llena de odio (muy lógico) y que está enfadada con todos, incluidos sus compañeros. No sé si esto tendrá mucho arreglo.
    Por otro lado, lo de Julián y su mujer lo veía venir desde el momento que decidió ir a salvarla. A ver si por fin dejan ya el temita, que me da hastío.
    Bueno, una gran serie. A ver qué nos depara el futuro :).

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    1. A mi me ha pasado una cosa parecida. El capítulo me ha gustado mucho, pero me esperaba algo con más acción o más espectacular.

      Lorca como personaje me ha encantado (y el actor lo ha bordado) y a ver si con el tema de los sueños premonitorios vuelve a la serie en algún otro capítulo.

      Lo de Irene no se cómo lo retomarán la próxima temporada porque después de lo que les ha hecho a los de la patrulla, no les veo perdonándola fácilmente.

      Yo también espero que la próxima temporada dejen de una vez el tema de Maite porque se están poniendo muy pesados.

      La verdad es que esta serie ha sido una gran sorpresa. Se le va a echar de menos hasta que empiece la segunda temporada.

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