miércoles, 26 de noviembre de 2014

CASTLE 7X08 KILL SWITCH



(contiene spoilers)

Episodio no demasiado relevante de Castle esta semana, que le ha dado mucho protagonismo a Espósito y bastante a Lainey (algo que se agradece), aunque el caso de la semana me ha resultado poco original. Vamos que han hecho alguna variante de lo mismo en casi todos los procedural.

El episodio empieza con Castle y Beckett yendo a la escena de un crimen. Castle comenta que es la primera vez que van juntos como matrimonio a investigar un asesinato. Ambos empiezan a mencionar a parejas famosas de detectives de televisión que hacían lo mismo. Ha sido una escena bastante adorable.

El caso de la semana se centra en el asesinato de un investigador federal que se dedicaba a revisar hospitales y compañías farmaceúticas que recibían algún tipo de subvención por parte del gobierno con el objetivo de comprobar que todo lo estaban haciendo de forma correcta.

La víctima ha aparecido con un disparo en la cabeza en un parque y nadie se explica muy bien el motivo de su asesinato, aunque al ser entrevistado por la policía, su hermano menciona que la víctima había comentado el día anterior que tenía una entrevista con alguien a primera hora de la mañana, más o menos a la hora en la que fue asesinado.

Revisando las llamadas de la víctima del día anterior encuentran que alguien llamó a su número desde una cabina situada cerca de la zona donde fue asesinado. Gracias a las imágenes aportadas por las cámaras de vigilancia del lugar, el equipo da con la persona que había efectuado la llamada.

Ese hombre resulta ser un hacker informático por lo que el equipo supone que quería quedar con la víctima para comentarle algo acerca de alguna investigación en curso.

El equipo monta un dispositivo de seguimiento del hacker y mientras se encuentran en el coche, Ryan y Espósito hablan acerca de la relación de Espósito con Lainey, cómo él quiere hacerlo más formal, incluso piensa en tener hijos, mientras que ella prefiere que sigan como hasta ahora.

En un momento, el hacker entra en el metro y Espósito se baja del coche para no perderle la pista entrando en el mismo vagón de metro . Pero el hombre se ha dado cuenta de que le están siguiendo y, aprovechando que hay una policía de servicio en el vagón, le roba la pistola, amenaza con ella a Espósito y frena el vagón.

El hacker ha secuestrado el vagón, a punta de pistola pero no sólo eso sino que en un momento que se pone nervioso muestra que lleva adherida al cuerpo una bomba que tiene toda la intención de hacer detonar a menos que liberen a su novia, también hacker, que está cumpliendo condena en prisión.

Castle y Beckett se quedan muy desconcertados y cambian el enfoque de la investigación. Ya no creen que el hacker se quisiera reunir con la víctima para darle información sino que están empezando a considerar la posibilidad de que el hacker sea el asesino.

Mientras tanto, en el vagón de metro, Espósito habla con la policía (que está bastante abochornada de que le hayan robado su arma de servicio) y ambos observan como el secuestrador se pone cada vez más nervioso y utiliza mucho su inhalador para el asma.

Castle y Beckett van al piso del hacker/secuestrador y allí encuentran datos sobre la ruta que tenía planeada ese día. Secuestrar el vagón de metro había sido fortuito. Su intención era ir a un centro de convenciones y hacer estallar allí la bomba.

Por otro lado, la policía ha conseguido imágenes de dentro del vagón gracias a una cámara escondida en un compartimento no accesible a simple vista.

Cuando el negociador llama, le ofrece mandar comida al secuestrador. Este acepta y en la pizza de Espósito le han colocado un mensaje. Allí le dicen que van a intervenir, que les están viendo gracias a una cámara y que cuando el equipo llegue su misión es reducir al secuestrador.

Sin embargo, tras contarle a la agente que está con él lo que sucede, el equipo de asalto no es demasiado sutil y el secuestrador se da cuenta de lo que pasa y también de que les están viendo. Esto hace que busque la cámara y al encontrarla la destroce.

Antes de perder la imagen, Lainey se ha dado cuenta de que el secuestrador está bastante enfermo y no sólo por el asma.

Esto hace que el equipo de otro giro más a la investigación del caso y empiecen a centrarse en una posible conexión médica directa con todo el asunto.

Los síntomas del secuestrador coinciden con los de un tipo raro de gripe. Precisamente el tipo de un caso que la víctima estaba investigando antes de su muerte. En concreto, la fabricación por parte de una empresa farmacéutica de una gran cantidad de vacunas contra ese tipo de gripe, una variedad no demasiado común que no justificaría la fabricación de tal cantidad de vacunas.

Parece que la víctima estaba infectada con ese virus y su intención con ir al centro de convenciones y amenazar con hacer explotar la bomba, era alargar el tiempo de secuestro lo suficiente para poder contagiar a la mayor cantidad de gente posible con la enfermedad para provocar una pandemia y que la compañía que fabricaba las vacunas las pudiera vender y lucrarse con ello.

Entonces, la siguiente teoría del equipo es que la víctima fue asesinada por el secuestrador porque sabía que estaban investigando a la compañía farmaceútica y ésta quiso hacerlo desaparecer para lo que utilizó al secuestrador.

Mientras tanto en el metro, Espósito, aprovechando la cada vez más evidente debilidad del secuestrador, le reduce y acaba con el secuestro.

Una vez hecho esto, llama a Beckett para informarla, pero ésta le da las noticias de que han sido expuestos a la enfermedad que padecía el secuestrador, que es muy contagiosa. Por ello que tienen que esperar antes de poder abandonar el vagón a que los puedan evacuar de forma controlada.

Con Espósito y el resto de pasajeros ya en el hospital recibiendo la vacuna necesaria para no desarrollar la enfermedad del secuestrador, Castle y Beckett van a visitar al hospital al secuestrador y éste niega que quisiera expandir ninguna enfermedad, de hecho, ni siquiera sabía que la tenía.

El solamente había seguido las instrucciones que le había dado una persona con la que había contactado por internet para poder liberar a su novia.

Castle y Beckett se quedan perplejos y deben dar un nuevo giro a su investigación.

Finalmente, el asesino y cerebro de toda la trama de la expansión del virus es la compañera de trabajo de la víctima. La mujer había invertido una gran cantidad de dinero en comprar acciones de la farmacética que producia la vacuna y, en colaboración con un directivo de la empresa, había infectado al hacker con el virus y le había convencido de llevar a cabo el plan del secuestro para poder liberar a su novia.

Espósito y los demás pasajeros del vagón de metro no han sido infectados y todos pueden salir del hospital. La policía con la que estuvo secuestrado le dice a Espósito que mencionó el nombre de Lainey antes de ir a reducir al secuestrador lo que implica que debe ser alguien muy importante para él.

Tras salir del hospital, Espósito va a la comisaría donde es recibido por Ryan, Lainey, Castle y Beckett.

Una vez concluidos los reencuentros, Castle propone que todos vayan a tomar algo a un bar.

El episodio no ha estado mal y siempre es de agradecer que le den protagonismo a los personajes secundarios (aunque a mi personalmente me interesa más Ryan que Espósito o Lainey).

Sin embargo, tampoco es que haya pasado nada destacable (salvo quizá el anuncio velado de que a lo mejor Espósito y Lainey siguen el camino del resto de personajes y terminan casados). Ha sido un episodio bastante olvidable y en el que Martha y Alexis han estado completamente ausentes.

Espósito en el tren me ha gustado mucho y lo afectados que estaban Ryan y Lainey por su secuestro también. Y que haya sido la doctora, Lainey, la que se haya dado cuenta de la enfermedad del secuestrador me ha parecido un detalle muy acertado.

Pero desde mi punto de vista, Castle y Beckett han tenido muy poca importancia en el episodio a pesar de salir bastante y eso siempre le baja puntos a cualquier episodio.

En cuanto al caso de la semana, el tema de las farmaceúticas es absolutamente se repite de manera recurrente en todos los procedural que hay ahora mismo en emisión. La trama del caso me ha recordado en una parte a un capítulo de The Blacklist y en otra a un capítulo de El Mentalista, pero estoy convencida de que habrá habido algún episodio parecido en algún otro procedural.

Con lo entretenido que fue el episodio anterior, este me ha resultado un tanto soso y sin carisma.

LO MEJOR: Espósito lidiando en el tren con el secuestrador, Lainey detectando la enfermedad del secuestrador

LO PEOR: Episodio bastante soso

PUNTUACIÓN: 8/10

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