lunes, 3 de noviembre de 2014

HOMELAND 4X06 FROM A TO B AND BACK AGAIN


(contiene spoilers)

Muy buen episodio de Homeland esta semana, en el que Carrie ha alcanzado nuevas cotas de insoportabilidad haciendo que maten a Aayan, casi volando por los aires a Saul y montando el número (con la inestimable colaboración de Quinn) en el centro de operaciones de la embajada.

El episodio empieza con Aayan y Carrie ensayando la historia que Aayan va a contar para que le dejen salir del pais con sus papeles falsos. El chico, parece bastante convincente.

Carrie se va a la embajada para poner en marcha la segunda fase de su operación. Para ello busca a Quinn para que prepare un equipo, pero éste sigue juzgando su operación con Aayan de manera muy poco favorable y tras una nueva puya (esta relacionada con que si la operación tenía que ver con Aayan el ir vestido es opcional), Carrie decide buscar a otra persona para que la ayude.

Esa otra persona es Redmond, al que le pide lo mismo que a Quinn, que prepare un equipo, que esté listo cuando ella lo necesite.

En ese momento, Fara y Max llegan a la embajada y Carrie se los presenta a Redmond, que se lleva a Max, dejando a Carrie hablando con Fara.

Un nuevo comentario de Fara acerca de "el chico", hace que Carrie salte y le eche un buen rapapolvo a Fara acerca de que ella y Quinn no tienen derecho a juzgarla y que ella ha tenido que intervenir después de que Fara fastidiara la operación. Fara le dice que sin ella no tendrían ni siquiera operación ya que ella fue la que descubrió que Haaqani estaba vivo y que no la trate como si fuese el enemigo.

Carrie manda a Fara a recoger todo lo que se hayan podido dejar en la casa que pueda relacionarlos con Aayan y le pregunta si es capaz de hacer eso bien. Fara se va a hacer lo que Carrie le ha mandado.

Toda esta conversación es seguida bastante de cerca por Dennis Boyd, que está también por esa zona de la embajada. Boyd ha aparecido un rato antes, intentando encontrar a Redmond para darle una botella de vino como regalo por haberle acompañado en el bar en el episodio anterior y al no encontrarle termina hablando con Quinn acerca de lo loca que está su nueva jefa. Quinn le mira como si le quisiera estrangular (una cosa es que el insulte a Carrie y otra que otros la insulten). Boyd no parece darse cuenta de que Quinn le está taladrando con los ojos y sigue con su diatriba acerca de la estabilidad mental de Carrie.

Más adelante, vemos el motivo por el que quería Carrie un equipo. Para hacer pensar a Aayan que alguien le sigue y asustarle para que les lleve hasta su tío, ya que es el único que le puede ayudar..

Para añadirle colorido al asunto, Carrie finge su propio secuestro en presencia de Aayan, que huye aterrorizado, buscando la protección de su tío.

Carrie le ha puesto un rastreador a Aayan en el pasaporte falso que le ha dado por lo que, el equipo de la embajada conoce la localización de Aayan en todo momento, al mismo tiempo que le sigue con un dron espía.

Aayan parece haber quedado con su tío en un lugar determinado. Después de hablar con él, llama a Carrie para decirle que la quiere. Carrie le responde que ella también a él. Esta conversación es presenciada por toda la oficina. Esto hace que Carrie le pregunte a Redmond que qué opina de todo el asunto. Redmond opina que a ella le importa muy poco lo que la gente piense de ella y que gracias a ella están a punto de encontrar a un terrorista que podría haber cometido barbaridades si hubiera seguido pasándose por muerto.

Mientras tanto, un agente informa a Quinn (que está bastante harto de todo y no tiene ninguna intención de participar en la operación de Aayan) para decirle que el Ghazi no ha llegado a Sudáfrica. Quinn le pide que contacte con Saul en cuanto este aterrice en Washington.

Un tiempo después, el agente le dice que no consigue localizar a Saul, parece que no ha aterrizado.

Quinn le pide que hable con Langly, mientras el se va de la embajada, supongo que a darse una vuelta mientras le pone muñequitos vudú a Carrie.

Cuando Quinn vuelve, se encuentra un mensaje del agente diciéndole que Saul no ha aterrizado. Langley lo ha confirmado. Quinn se enfada porque no le ha avisado antes y, con muy pocas ganas, se va a informar a Carrie de que han perdido a Saul.

Por otro lado, tras presenciar la reprimenda de Carrie a Fara, Boyd ve una estupenda ocasión de averiguar más cosas para Tasmeen.

Por ello, sigue a Fara a la casa sin que esta se de cuenta (en contra de lo que piensa Quinn, Fara no es una buena agente de campo) y coge algunas cosas de la basura (entre las que hay fotos de Aayan y un impreso de su pasaporte falso), que le dará más tarde a Tasmeen. Esto hace que Tasmeen alerte a Haqaani de que la CIA está tras él. Además Boyd también le muestra la fotografía de las medicinas que hizo en casa de Carrie. Según Boyd, Carrie es, como mínimo, bipolar.

Quinn llega a la sala de operaciones para informar a Carrie justo cuando Aayan va a encontrarse con su tío. El equipo de la CIA tiene los drones en posición. Sólo falta la identificación definitiva de Haaqani.

Haaqani le revela a Aayan que le han mentido, al mismo tiempo que sacan a Saul del coche. Haqaani informa a Aayan que ese hombre fue director de la CIA y que es casi como un padre para la mujer que decía estar ayudándolo y que sólamente quería que Aayan le desvelara su localización para matarle.

Haaqani besa a Aayan y le dice que agradece todo lo que ha hecho por el. Tras esto, le pega un tiro en la cabeza, dejando conmocionado a todo el equipo de la CIA.

En este momento, Carrie decide que va a tirar el dron contra Haaqani a pesar de que Saul esté con él. A Quinn no le parece nada bien, ya que es un antiguo director de la CIA y les dice a los oficiales que aborten la operación.

Los militares hacen caso a Quinn y paran el lanzamiento del misil. Esto enfurece a Carrie que se pone hecha un basilisco hasta el punto de que tiene que ser retenida por Quinn mientras éste le dice que es Saul quién está allí, Saul, visiblemente impactado.

Carrie se enfada muchísimo y se va a su despacho donde empieza a romper cosas.

Mientras Quinn y Redmond pierden a Saul y a Haaqani. Los terroristas han llevado 3 coches iguales que se han separado en un punto y no saben en cual de ellos van los objetivos. La verdad es que los terroristas le han ganado la batalla de forma muy claro a los agentes de la CIA que han quedado retratados como bastante incompetentes.

El episodio ha sido el más intenso de Homeland esta temporada. Ha tenido ritmo, giros inesperados y confrontaciones entre personajes muy  interesantes (Carrie/Quinn, Carrie/Fara).

Parece como si los guionistas quisieran que la audiencia odiara a Carrie. No sólo ha hecho que un chico inocente haya muerto por su culpa sino que estaba dispuesta a matar a su mentor con tal de eliminar al terrorista que se le había escapado (y que estaba a punto de escapársele otra vez tras matar al cebo en el que llevaba trabajando varios días).

El asunto, es que podría ser comprensible desde el punto de vista de la CIA que Carrie prefiriera matar al terrorista y sacrificar con ello a Saul, si lo hubiera hecho por las razones correctas y no porque sentía que perdía el juego (o porque Haaqani había matado a Aayan delante de sus narices, pero no porque Aayan le importara lo más minimo, sino porque había perdido a su activo).

Además, como Quinn le dice, es Saul, Carrie. Parece que Carrie se ha hecho tan insensible a todo que ya no le importa nada ni nadie. Dejaría que mataran a todo su equipo con tal de que el trabajo se llevara a cabo con éxito.

En cuanto a Quinn, ahora mismo es mi personaje favorito y le agradezco enormemente que haya evitado que Carrie matara a mi segundo personaje favorito. Pero su actitud a lo largo del episodio (sin tener en cuenta la gracia que las borderías que le suelta a Carrie puedan tener, que es bastante), ha dejado también mucho que desear.

Se ha pasado todo el episodio en modo pasivo/agresivo con Carrie y aunque tenía razón en acusarla de haber llevado mal toda la operación, el hecho de que lo haga más movido por sus propios celos que por otra cosa (aunque su sentido del bien y el mal también ha influido, qué duda cabe), le resta puntos.

Si hubiera estado más atento a la operación y menos a enfadarse y no respirar, puede que se hubiera dado cuenta antes de que Saul había desaparecido y habrían podido ahorrarse parte del espectáculo que él y Carrie han dado discutiendo delante de todos. Eso si, si hubiera dejado que Carrie hubiera asesinado a un antiguo director de la CIA, se podía haber montado un escándalo bastante grave en la agencia, que posiblemente hubiera acabado con Carrie despedida, así que Carrie tiene doble motivo para agradecer a Quinn su intervención, aunque ella no lo vea así.

Otra que ha estado francamente mal en este episodio ha sido Fara. Vale, que la reprimenda que le suelta Carrie es injusta desde todos los puntos de vista y me ha gustado ver como Fara se ha defendido de las acusaciones de Carrie (que sonaban bastante a autojustificación), pero su trabajo como espía ha dejado bastante qué desear. Se que Fara no es una agente de campo, pero que un civil medio alcoholizado sea capaz de averiguar lo que estás haciendo y filtrárselo al enemigo es ser una incompetente absoluta.

Carrie ha sido odiosa desde el principio hasta el final del episodio. Jugando con los sentimientos de Aayan y mostrándose toda indignada de que Quinn y Fara osen poner en cuestión su modo de actuar.

En el fondo lo que le pasa es que quiere que le digan que está actuando de forma correcta porque ella sabe que no lo está haciendo, de ahí que busque que Redmond (un personaje que me gusta más cada episodio que pasa) le diga que ha actuado bien.

La confrontación final con Quinn en la que éste le afea sus intenciones de lanzar un dron que seguramente acabaría con la vida de Saul sin pensárselo dos veces y la mirada de decepción de éste, nos muestran lo tremendamente insensible que se ha vuelto Carrie. Yo si fuera Quinn o Fara no me prestaría a sus operaciones. Dejaría que los mataran sin pestañear.

Pobre Aayan. El ha sido la verdadera víctima de toda esta historia. Un buen chico, con el sueño de ser médico que ha tenido la mala suerte de tener un tío terrorista y verse involucrado en una historia muy fea que ha terminado con su vida.

El que espero que acabe muy mal es Dennis Boyd. Mark Moses, después de su Duck Philips de Mad Men, parece haberse especializado en personajes de moral dudosa y la verdad es que está bordando su personaje. Eso si, no querría estar en su pellejo cuando Quinn se entere de que está colaborando con el enemigo. Dennis no le cae especialmente bien a Quinn y si encima descubre que es un traidor, Dennis lo va a pasar muy mal (Quinn, aunque esté atravesando una crísis de conciencia es el mismo hombre que le clavó un cuchillo en la mano a Brody durante un interrogatorio).

Gran trabajo de Claire Danes, Mark Moses, Michael O'Keefe y Shuraj Sharma, al que me habría gustado ver en más capítulos, en este episodio. Rupert Friend ha salido poco, pero su escena final con Carrie ha sido posiblemente la más intensa de todo el episodio.

En los siguientes episodios será interesante ver cómo continua la trama y la forma en la que rescatan a Saul.

LO MEJOR: El ritmo del episodio, las confrontaciones entre pesonajes, los giros inesperados

LO PEOR: Carrie es más desagradable cada episodio que pasa

PUNTUACIÓN: 9.5/10

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