(contiene spoilers)
Muy buen episodio otra vez de Person of Interest esta semana, confirmando el alto nivel que está consiguiendo la serie esta temporada.
En esta ocasión el episodio está centrado, casi exclusivamente, en Shaw y se ha producido un avance en la trama principal que puede ser bastante importante de cara a lo que resta de temporada.
El episodio empieza con Shaw presentando su renuncia al grupo de ladrones al que se unió hace unos cuantos episodios. Sus compañeros no han seguido sus instrucciones y han estado a punto de cogerlos, algo que a Shaw no le ha hecho especialmente feliz.
El número de la semana corresponde a Tomás, un comerciante de vinos español aparentemente inofensivo. El equipo no entiende por qué la máquina les ha dado su número cuando, después de seguirlo durante un día completo, toda su rutina diaria parece totalmente inofensiva.
Sin embargo, Tomás esconde un secreto tras su aparente normalidad. En realidad no se trata de un comerciante de vinos. Esa ocupación es una tapadera de su profesión real que es ladrón. Y no se trata de un ladrón cualquiera sino del líder de una banda de atracadores a los que la interpol sigue la pista desde hace tiempo por haber cometido robos en toda Europa.
La banda está compuesta de otros tres miembros además de Tomás, 2 hombres y una mujer. Anteriormente contaban con un miembro más, pero fue atrapado durante un trabajo anterior y se suicidó en la cárcel.
Harold decide que Shaw entre a formar parte de la banda de ladrones para estar en todo momento cerca de Tomás y averiguar por qué la máquina les ha dado su número. En estos momentos parece más que se vaya a tratar de un posible asesino en lugar de una posible víctima.
Para que Shaw pueda entrar en la banda, el equipo le prepara una trampa a la mujer del grupo de Tomás, con antecedentes por consumo de drogas.
Reese se choca con ella y le introduce una papelina de droga en el bolso, justo antes de que la mujer se encuentre con Fusco, que va con Bear, en la recepción de un hotel. Bear empieza a ladrar y Fusco, con la excusa de que Bear es un perro que detecta drogas, registra el bolso de la mujer, encontrando la papelina y llevándosela por ello a comisaría.
Shaw utiliza sus contactos en el mundillo para conseguir una entrevista con Tomás. Harold le recuerda que tenga cuidado. Parece que el golpe que van a dar es importante y Shaw va a quedar más expuesta a Samaritan que en otras ocasiones. Si Samaritan identifica a Shaw, todo el grupo estará en peligro.
Shaw consigue la entrevista con Tomás y es aceptada rápidamente en el grupo (además enseguida se establece una buena relación entre ambos, con Tomás insistiéndo a Shaw para que le acompañe a un trabajo en Barcelona después de este). Tan rápidamente que debe prepararse ya que el golpe va a darse en media hora. El objetivo es la caja de seguridad de un hotel y Shaw es el señuelo para que todo el grupo entre en la caja fuerte.
Sin embargo, una vez que el robo se lleva a cabo con éxito, empiezan los problemas. Los otros dos miembros del equipo intentan matar a Shaw y a Tomás para llevarse el botín, ya que alguien les ha pagado para que les lleve el contenido de la caja fuerte y eliminen a los otros dos miembros del grupo.
Tomás y Shaw consiguen escapar, pero los dos traidores se han llevado el botín del robo.
Harold descubre que en la caja fuerte, además de joyas y dinero había un virus muy letal que era el verdadero objetivo de la persona que les había encargado el robo.
Pero ahí no terminan los problemas, ya que Harold detecta la presencia de dos miembros de control, conocidos de Shaw (uno de ellos es un antiguo discípulo). Parece que el caso ha sido detectado por Samaritan como relevante a causa del virus.
El discípulo de Shaw expresa dudas a su compañera ante el objetivo de su misión, sobretodo a entregar el virus a una persona desconocida en lugar de a un miembro del gobierno como les han indicado sus superiores. Sin embargo, su compañera no tiene ninguna intención de salirse del plan establecido.
Mientras tanto, los dos miembros traidores del equipo de Tomás aparecen muertos y se descubre que el antiguo miembro de la banda de atracadores, al que creían muerto, no sólo no está muerto sino que ha sido la persona que ha orquestado todo el plan.
Finalmente gracias a la ayuda de Reese y Fusco, Shaw y Tomás consiguen escapar y llevarse el virus con ellos. Pero la misión no ha sido limpia del todo, ya que el antiguo discípulo de Shaw les descubre y, aunque les deja marchar, Samaritan lo ha grabado todo y comienza el proceso de identificación de la misteriosa mujer que se ha llevado el virus. Si Samaritan descubre la identidad de Shaw, todo el grupo estará en peligro.
Por otro lado, la identidad que esta semana la máquina le ha otorgado a Root es el de una niñera, algo que ni ella ni Harold que va a verla al parque donde vigila a "sus niños" entienden demasiado.
Sin embargo, la máquina les envía otro número en paralelo. Se trata de un ingeniero con mucho talento recien divorciado y que acaba de renunciar a un trabajo muy lucrativo para montar una ONG.
El hombre tiene un hijo pequeño, por lo que Root deduce que la máquina le ha hecho tomar la identidad de una niñera para acercarse a él.
Harold descubre que las intenciones del hombre sobre su ONG son totalmente honorables (algo de lo que habían dudado en un principio), pero el objetivo de la ONG (conseguir financiación para repartir tablets entre todos los niños de primaria del estado), podía ser utilizado por Samaritan para vigilar todos los hogares con niños de esa edad.
Por ello, a Root y a Harold no les queda más remedio que sabotear la empresa del pobre hombre, algo que Harold le deja un muy mal sabor de boca. Por un bien mayor, han privado de un servicio a un montón de niños que se podrían haber beneficiado de tener esa tecnología.
El episodio me ha gustado mucho, tanto el caso de la semana como la forma en la que ha avanzado la trama principal.Si Samaritan identifica a Shaw, el equipo va a estar en serios problemas.
Shaw y Tomás han tenido mucha química durante todo el episodio y no me desagradaría volver a verle en algún otro episodio más adelante (algo parecido a lo que ocurrió con Leon). Los intercambios verbables entre Root y Shaw también han sido bastante entretenidos, sobre todo viendo a Root totalmente celosa del nuevo amigo de su amiga.
También me ha gustado mucho la introducción del antiguo discípulo de Shaw y sobre todo verle expresar sus dudas acerca de la legitimidad del programa para el que están trabajando, frente a la actitud completamente robótica de su compañera.
Toda la trama paralela del pobre hombre que intentaba hacer una buena acción que ha tenido que ser saboteada por Harold y Root por el bien común me ha parecido también muy interesante.
Al igual que a Harold me ha dado mucha pena que no quedara más remedio que boicotear el plan del ingeniero. Su objetivo era muy loable pero darle a Samaritan un arma tan poderosa no hubiera significado nada bueno a largo plazo.
Con la posibilidad, muy real, de que Samaritan logre identificar a Shaw, la serie ha quedado en un punto muy interesante y parece que antes del parón por navidades puede haber alguna que otra sorpresa.
LO MEJOR: el avance de la trama principal, todas las escenas de Shaw
LO PEOR: Lo poquito que ha participado Reese en este episodio
PUNTUACIÓN: 9.5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario