domingo, 2 de noviembre de 2014

HAWAII FIVE O 5X06 HO'OMA'IKE



(contiene spoilers)

Buen episodio de Hawaii Five O esta semana, en el que hemos tenido un caso bastante bien desarrollado para lo que suele darse en esta serie y en el que hemos visto cómo se ha resuelto la trama de Jerry y los falsificadores.

Es Halloween y en la primera escena del episodio vemos como Thomas Farrell (el dueño de la tienda de libros antiguos que Jerry piensa que está falsificando dinero y que le secuestró en el final del último episodio), le da caramelos a unos niños que llaman a su puerta.

Uno de los niños le pregunta si tiene sangre en la cara, a lo que Farrell le responde tras lamerse la gota de "sangre" que el niño había visto en su cara, que no se preocupe que es simplemente sirope de fresa.

Cuando Farrell cierra la puerta se le ve ponerse un delantal de carnicero y pasar a una habitación donde tiene a Jerry atado a una silla junto a un hombre al que está torturando y que es la persona a la que pertenece la sangre que el niño ha visto.

El hombre es su subordinado y tras decirle que le ha fallado le pega un tiro delante de Jerry. A continuación le pregunta a Jerry qué es lo que le ha contado exactamente a Mcgarrett acerca de su negocio.

La escena cambia a Steve y a Danny, que acaba de volver a la isla tras el entierro de su hermano Matty. Danny se echa la culpa de la muerte de su hermano ya que si le hubiera detenido en lugar de dejarle escapar cuando tuvo oportunidad, ahora estaría en la cárcel, pero vivo. Steve le dice que no se torture, que todos han hecho cosas en la vida de las que se arrepienten y que la muerte de Matty no ha sido culpa suya.

En ese momento reciben una llamada de la policía informándoles de que Jerry se ha presentado en comisaría.

Cuando Steve y Danny llegan allí, Jerry les cuenta todo lo que ha pasado. Steve, tras volver a regañar a Jerry por no haber dejado el asunto cuando él se lo pidió, le promete que va a detener a Thomas Farrell, pero antes necesita una orden de registro de su casa. Algo que les sorprende a Jerry y a Danny tanto como a mi. ¿Desde cuándo necesita Steve una orden de registro para pegarle una patada a la puerta y detener a quien sea? Steve aduce que esto se debe a que Jerry ha estado llevando a cabo una investigación irregular. Pero ni ellos ni yo nos lo terminamos de creer.

Sin embargo, el asunto parece aclararse algo cuando, en la siguiente escena vemos a Steve hablando con Aly (la mujer, conocida de su padre a la que Steve ayudó a encontrar al asesino de su padre en el anterior episodio). Aly es fiscal y parece que la orden de detención es una excusa de Steve para ir a verla (aunque tampoco nos lo dejan claro del todo).

Aly le dice a Steve que intentará conseguirle la orden, pero va a estar difícil porque sólo tienen el testimonio de un teórico de la conspiración como Jerry y ninguna prueba (toda la información que había recopilado Jerry ha desaparecido). Sin embargo, como Steve y el equipo han enfadado a tantos jueces a lo largo de la serie. El juez le niega la orden a Aly, algo que tampoco sorprende demasiado a Steve.

Pero como Steve es Steve, decide que no necesita una orden después de todo y se mete en la casa de Farrell, con Danny y Jerry. Tras esposarle  y asustarle un poco, Steve le quita las esposas cuando Farrell le pregunta si tienen una orden de registro y decide que es el momento apropiado para que todos se vayan de la casa.

Danny y Jerry no entienden qué pretende Steve (y para ser justos yo tampoco). Lo qué han hecho no tiene ningún sentido. Pero Steve les explica que está intentando que Farrell se ponga en evidencia. Steve tiene sospechas de que Farrell no es quién dice ser a raíz de reconocer unas cicatrices típicas de un militar en el momento de esposarle.

Como Farrell es inglés, Jerry  le dice a Steve que le va a preguntar a una fuente británica que tiene, por si Farrell fuera un miembro renegado del MI6.

Mientras Jerry intenta averiguar la identidad de Farrell, Steve recibe el aviso de que Farrell ha recibido un cargamento de libros antiguos y va al puerto a detenerle.

Mientras le tiene en custodia, Jerry averigua la verdadera identidad de Farrell. Se trata de Michael Carrighan, un miembro del ejército inglés, licenciado con deshonor tras haber asesinado a cinco iraquies inocentes.

Además, Jerry reconoce en unas fotos de la vida militar de Farrell a la persona que asesinó mientras él estaba secuestrado. Se trataba de un subordinado suyo en el ejército que le había seguido cuando fue licenciado.

Sin embargo, en realidad Farrell no había asesinado a su subordinado, sino que lo había simulado y lo que parecía sangre era, como le había dicho a los niños, sirope de fresa. Todo era una maniobra de distracción porque sabía que, en cuanto soltara a Jerry, éste iría a hablar con Steve y si pensaba que su subordinado estaba muerto, Steve centraría su investigación en él y su subordinado podría continuar con la operación de falsificación.

Por cierto, la operación de falsificación tampoco era lo que parecía ser. El objetivo era obtener dinero, pero no para lucrarse, sino para financiar a una nueva facción del IRA. Como Farrell pensaba que su gobierno le había traicionado, el iba a traicionar a su gobierno.

Finalmente, Steve y el equipo detienen al subordinado de Farrell y evitan que el dinero llegue a su destino.

En paralelo, Grover, Kono y Jim investigan el caso de la semana, centrado en esta ocasión en un asesino en serie que se dedica a asesinar a sus víctimas imitando la forma en que lo hacía un asesino en una película de terror antigua.

La primera víctima aparece muerta, concretamente degollada, en una cámara frigorífica con la lengua cortada. Se trata de un hombre de unos cincuenta años sin antecedentes penales.

La siguiente víctima aparece frente al televisor de su casa, también degollada, pero con los ojos arrancados. Esta victima tampoco tiene antecedentes.

Es entonces cuando Max se da cuenta de que el asesino está imitando la forma en la que morían las víctimas de una película. Si el patrón es el mismo, aún queda otra víctima. A esta, el asesino le arrancará las orejas, además de degollarla.

Por otro lado, el equipo por fin consigue identificar la relación entre las víctimas. Enseñándole un antiguo album de fotos del instituto a Kamekona, éste identifica a las victimas como unos matones y les indica al que era por entonces el cabecilla del grupo.

El equipo va corriendo a la casa de éste hombre, al que encuentran muy malherido y sin orejas, pero vivo. Entonces éste les cuenta la historia por la que él y sus amigos están siendo atacados. Cuando estaban en el instituto le hicieron una broma muy pesada a otro de sus compañeros y le amenazaron con matarle si se lo contaba a alguien.

El hombre no habló y quedaron impunes, pero hace unos años se lo encontró en una gasolinera atendiendo la caja y el hombre aún temblaba por lo sucedido.

Cuando van a la casa de este hombre, el equipo se da cuenta de que no es el antiguo compañero de clase de las víctimas el que está llevando a cabo los crímenes, sino su hijo, que culpa a estos hombres por el hecho de que su padre sea un perdedor y él, en cierta medida tambíén. Antes de detenerle, el chico también ha degollado a su padre.

El episodio ha estado muy bien. Tanto la trama de Jerry como el caso de la semana han tenido unos desenlaces bastante inesperados y sorprendentemente elaborados.

El caso de la semana ha sido especialmente sangriento y desagradable. Supongo que el motivo ha sido que se trataba de un episodio centrado en Halloween.

Toda la parte de la trama de Jerry me ha gustado mucho. No lo han alargado más de la cuenta (pensaba que Jerry estaría secuestrado un par de capítulos) y ha sido bastante menos predecible de lo que pensaba que sería. Jorge Garcia sigue siendo una incorporación al reparto muy acertada, ya que tiene mucha química con todos los actores, sobre todo con Alex O'loughlin.

Por la escena fnal del episodio parece que Aly puede que vaya a ser el nuevo interés amoroso de Steve. Veremos cómo evoluciona el asunto.

LO MEJOR: Tramas elaboradas y menos predecibles de lo habitual

LO PEOR: El caso de la semana ha sido un tanto desagradable

PUNTUACIÓN: 8/10


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