(contiene spoilers)
Buen episodio de Person of interest esta semana, aunque, salvo por el final, me ha parecido un poco más flojo que los dos episodios anteriores.
En general los episodios centrados en Brotherhood me resultan más aburridos que los que tienen más presencia de Samaritan. Dominic todavía no tiene el carisma de Elias, Greer o Quinn como villano para que sus tramas me llamen demasiado la atención.
El episodio está muy centrado en el caso de la semana, que esta vez ha hecho que John, en su identidad de detective Riley, haya tenido que volver a la academia a dar clases de táctica como instructor.
El motivo del cambio momentáneo de puesto de trabajo de John es que el número de esta semana es el de una recluta de la academia llamada Silva.
John ha conseguido el puesto tras hablar con la doctora Campbell (la psicóloga que lleva su caso), a la que ha pedido volver a la academia como instructor para ayudarle a controlar su tendencia a la violencia. La doctora (que da la sensación de estar interesada en John más allá del ámbito laboral, aprueba el traslado).
Shaw y Fusco se ocupan de seguir a Silva fuera del horario laboral y allí descubren que se está reuniendo con alguien de forma sospechosa. Puede que Silva sea una asesina y no una víctima, ya que parece que está recopilando información de sus compañeros reclutas con no muy buenas intenciones.
Sin embargo en una de las vueltas de tuerca a las que nos tiene acostumbrados esta serie, Silva si que termina resultando ser una víctima. Reese se había dado ya cuenta de que Silva tenía unos conocimientos muy superiores a los de un simple recluta. Ella ya había estado en la academia.
Además, el hecho de que intenten asesinar a Silva a las puertas de la academia en presencia de Reese y la doctora Campbell que había ido a hablar con él, termina de confirmar sus sospechas.
Silva es una agente de asuntos internos reclutada por un oficial de esa división nada más salir de la academia para que volviera a entrar como recluta en la misma ya que sospechaban que Brotherhood tenía a alguien allí infiltrado.
Reese y Silva van a hablar con el oficial de agentes internos que lleva su caso para que les ayude, pero al llegar a su casa se encuentran a la policía. Alguien ha asesinado al oficial y se ha llevado todo el contenido que tenía en su caja fuerte. Además, han dejado la pistola de Silva en la escena del crimen para incriminarla.
Silva está desolada. En esa caja fuerte estaban todos los papeles que probaban que ella era miembro de asuntos internos y ahora no sabe qué va hacer.
Reese le pide que comparta con él la información que ha recabado hasta el momento. Si sabe la identidad del infiltrado, tienen que descubrirle para exculparla a ella y asestar un golpe a Brotherhood.
Silva le termina diciendo que el infiltrado es Ortiz, uno de los reclutas más amables del grupo y del que Reese no había sospechado en ningún momento.
Sin embargo Brotherhood empieza a hacer limpieza y la primera víctima termina siendo el hombre que falló en el intento de asesinato de Silva, cuya identidad Shaw y Fusco habían averiguado.
Shaw y Fusco se infiltran en el lugar hasta el que habían rastreado al hombre y presencian a Dominic dictar sentencia contra él. Bueno y Shaw también averigua que el hombre al que tuvo secuestrado hace un par de capítulos y pensaba que era uno de los matones de Dominic, resulta ser el propio Dominic.
El siguiente objetivo de Brotherhood es Ortiz, pero Reese y Silva llegan antes y evitan que lo asesinen.
En cierto modo, Ortiz es también una víctima, ya que no estaba espiando a la policía por gusto sino porque Brotherhood había pagado el abogado defensor de su hermano en un problema legal que tuvo y le llevó a la cárcel y Ortiz estaba en deuda.
Finalmente, Ortiz se entrega y consigue evitar a Brotherhood y Silva es reinstaurada como agente.
Sin embargo, Finch descubre algo muy inquietante acerca de lo que el oficial para el que Silva trabajaba tenía en su caja fuerte. Mucha de la información robada se correspondía con datos de colaboradores de Elias.
Parece que Brotherhood quiere acabar con Elias, algo que resulta mucho más evidente cuando el número de Elias es el siguiente que les proporciona la máquina.
En otro orden de cosas, Greer envia a Martine a averiguar la identidad de la mujer misteriosa del episodio anterior.
Martine, amenazando a la mujer que pertenecía a la banda de atracadores de Tomás y disparando a Romeo, el compañero de robos de Shaw termina dando con ésta en los grandes almacenes donde está trabajando.
El episodio termina con Martine apuntando su arma hacia una sorprendida y asustada Shaw.
El episodio me ha gustado, aunque bastante menos que los dos anteriores.
El caso de la semana ha sido interesante pero es que ahora mismo Dominic en particular y Brotherhood en general no me interesan demasiado. Me parece que están intentando recrear a HR con Brothernood y a Simmonds y Quinn en el personaje de Dominic pero hasta el momento éste no tiene el carisma suficiente.
Eso si, que Dominic quiera acabar con Elias y que el número de éste sea el siguiente en aparecer me ha parecido lo mejor de esta trama. Sin embargo tengo que decir que me fastidiaría bastante que un gran personaje como Elias fuera asesinado por un villano tan random como Dominic. Elias como personaje no se lo merece.
Parece que la doctora Campbell está interesada en Reese, pero este no parece darse por enterado. Por cierto, segundo episodio consecutivo en que Reese menciona a Carter y su admiración hacia ella como policía. Me encantan estos pequeños detalles de esta serie.
Harold, Shaw y Fusco han salido poquito y Root directamente nada, pero ese final de Martine descubriendo a Shaw ha sido muy impactante y promete tener muy malas consecuencias para nuestros protagonistas (sobre todo después de que Greer y Martine hablaran de las relaciones humanas como la gran desventaja de sus enemigos sobre ellos).
LO MEJOR: El final del episodio con Martine descubriendo a Elias y la máquina dándoles el número de Elias
LO PEOR: Dominic y Brotherhood me aburren mucho
PUNTUACIÓN: 8/10
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