martes, 24 de marzo de 2015

EL MINISTERIO DEL TIEMPO 1X05 CUALQUIER TIEMPO PASADO


(contiene spoilers)

Buen episodio de El Ministerio del Tiempo esta semana (y ya van cinco seguidos, lo que debe ser un record para una ficción española) aunque a mi particularmente me ha parecido el más flojo de los que han emitido hasta el momento.

Velázquez es grande, sin más y al que se le ha ocurrido la idea de un encuentro entre Velázquez y Picasso más grande aún. Momentazo. La mejor escena del episodio. Muy, muy fan.

El episodio empieza con un fragmento de un antiguo programa del dóctor Jiménez del Oso (que sería como un Iker Jiménez de los 80).

Al ampliar la escena vemos como se trata de un vídeo que Salvador les está poniendo a la patrulla. Con el que se las arregla para a la vez regañar a Alonso por su numerito con la motocicleta con el que terminó el episodio anterior (parece ser que el paisano que les vio hizo un dibujo y Alonso, Ernesto y la moto ahora aparecen en un libro del siglo XVI) e  introducir la próxima misión de nuestro trío calavera. No es apañado ni nada Salvador. Eso es economizar el tiempo. Te explica la misión y te echa una bronca todo al mismo tiempo.

Mientras Salvador está intentando explicarles la misión a nuestros queridos protagonistas, aparece Velázquez dando la murga con que quiere conocer a Picasso (parece que no es la primera vez que lo propone). Salvador amenaza con mandarle a pintar bisontes a Altamira como no deje el tema. El pobre Velázquez se queda todo mustio. Salvador y Velázquez son un gran duo cómico.

El Guernica llegó a España en 1981 procedente del MOMA de Nueva York pero parece que ahora está habiendo problemillas y necesitan encontrar el recibo del contrato entre el gobierno republicano y Picasso por el que se le encargaba a éste la realización del Guernica.

Existen tres copias del recibo.

  • La del gobierno republicano en Barcelona, que se perdió
  • La de la embajada en París que estaba entre los archivos que compró el gobierno en 1981 (que ya había buscado Irene)
  • La del propio Picasso (que no se puede obtener porque estaba en Francia y no tienen cobertura)
Por ello, la primera misión es ir a Barcelona en 1939 para intentar hacerse con la copia del gobierno republicano. Sin embargo, cuando Amelia y Alonso están a punto de colarse en la habitación donde se supone que está el recibo (y que Julián previamente ha comprobado que no está vigilada), les sorprende un bombardeo y tienen que resguardarse en el refugio antiaéreo.

A Amelia y Alonso les sorprende mucho esta forma de hacer la guerra (a Alonso más bien le asquea. No le parece de hombres no dar la cara en un combate) y Julián aprovecha para contarles qué es lo que representaba el Guernica (el bombardeo por parte de la aviación alemana del pueblo de Guernica en día de mercado y que provocó numerosas víctimas civiles). 

Por cierto, Alonso hace una interesante reflexión. Según él no le extraña que España ya no sea un imperio si es verdad lo que Julián le dijo de que las guerras ahora se libraban ahora desde los despachos. Según Alonso, España siempre tuvo mejores soldados que dirigentes. En serio, muy fan de esta serie y de sus meta referencias.

Cuando el bombardeo termina e intentan seguir con su misión se encuentran con que en la habitación en la que estaba el recibo se ha declarado un incendio (muy oportuno, ¿no?).

Total que como el primer intento es un poco un epic fail, Salvador pasa a la misión número 2, que es ir a 1981 a recuperar el recibo que el gobierno trajo de la embajada.

A Julián no parece hacerle demasiada gracia, pero Salvador le tranquiliza diciéndole que tendrá tiempo de celebrar el cumpleaños de su padre. Si, Salvador lo sabe y lo conoce todo. Es totalmente omnisciente.

Más tarde vemos a Julián con sus padres en el bar cutre al que Julián se empeña siempre en ir (porque solía ir con Mayte). Su padre, Miguel (Roberto Álvarez) va con una chaqueta de cuero y parece bastante enrollado. De aquí sacamos en claro que Julián y su familia se mudaron a Carabanchel en 1982 (cuando el mundial de España).

De vuelta a la misión, vemos a Amelia con un pelucón rubio y a Alonso con pintas heavys encaminándose a la puerta. Van a esperar hasta que llegue la misión, el día siguiente, en un piso franco en Madrid. 

A Alonso no le entusiasman sus ropas y se queja de que Julián va vestido como siempre. Julián le recrimina que para él toda la ropa moderna es igual.

Irene les acompaña a la puerta y antes de que Julián pase le para un momento para decirle que si va alguna chica preguntando por ella, le coja el recado. Vamos, que Irene utiliza el piso franco en los 80 para llevarse a sus ligues. A Julián esto parece hacerle bastante gracia.

Mientras se dirigen al piso, a Alonso parecen sonarle todas las calles por las que van. Según Amelia es lógico porque es el Madrid de los Austrias y a él el ministerio le ha conseguido una vivienda allí, pero cuatro siglos antes.

Cuando llegan al piso, a Julián le parece la casa de los Alcántara (referencia que los pobres Alonso y Amelia no entienden, claro) y Alonso está convencido de que es la misma casa donde vive él. La cosa les da un poco de mal rollo a todos.

Para hacer tiempo, ven la televisión (que por cierto, a Julián le enfada muchísimo tener sólo un canal y encima poniendo a Torrebruno, mientras Alonso y Amelia la miran extasiados) y cuando empieza el telediario se enteran de que la entrega de la valija del Guernica se va a retrasar.

Además, Amelia, revisando la documentación de la misión, encuentra una fotografía de las personas que van a entregar el recibo y entre ellas está un hombre igualito a uno que vieron en la Barcelona de 1939. Parece que se acaban de encontrar con otro viajero del tiempo.

Esto no es normal y avisan a Salvador y a Ernesto que les dicen que esperen en el piso mientras ellos investigan.

Pero como Julián es como es, no se puede quedar en el piso y decide irse hasta su barrio para verlo desde otra perspectiva a la que tenía de niño. Amelia le acompaña para que no se meta en líos. Por lo menos eso dice ella, claro. Creo que a Amelia le está empezando a gustar Julián. Malo, porque él sigue obsesionado con su mujer como se verá cuando se la encuentra de niña en el barrio y tarda cero coma en ponerse a jugar con ella. Esto a Amelia (y a una servidora) no le parece nada sano.

Durante el paseo, Julián ve que esa noche hay un concierto de Leño en el Salem (el local donde el iba con sus amigos a tomar cervezas de adolescente) y decide que van a ir. Esto antes de enterarse de que la misión será finalmente al día siguiente y les ayudarán Irene y Ernesto.

Amelia ,como no, le acompaña, y está bastante menos entusiasmada que Julián que está disfrutando como un enano. Julián le dice que se divierta, que parece mentira que tenga veinte años.

Sin embargo, la cosa pronto se empieza a torcer ya que Julián ve a su padre enrollándose con una mujer que no es su madre y les sigue al baño donde interrumpe su encuentro amoroso haciéndose pasar por policía secreta. Esto a Amelia no le parece nada bien, pero Julián, como siempre, no le hace caso.

Al día siguiente, llegan Irene y Ernesto y todos van al aeropuerto haciéndose pasar por azafatas, pilotos y guardias civiles para recuperar el recibo de la valija y de paso secuestrar al otro viajero del tiempo.

El secuestro lo consiguen llevar a cabo. Sin embargo, cuando Amelia y Julián registran la valija del hombre se encuentran con que el recibo no está. Alguien ha roto el precinto de la caja donde se encontraba.

La patrulla (menos Julián que se queda en el pasado tratando otros asuntos) llevan al hombre, que se llama Paul Walcott y es canadiense al ministerio.

Allí, Salvador y Ernesto le informan de que están en 2015 y ellos también viajan en el tiempo pero Walcott  no les quiere decir nada acerca de cómo viaja él. Por esto, para persuadirle de que hable, le mandan encerrar en una prisión donde encarcelan a personas que suponen un riesgo para el Ministerio y que se encuentra en Huesca en 1053. La prisión tiene una pinta bastante chunga. Y todo el asunto de encerrar a gente en la prisión porque ellos lo valen, resulta bastante siniestra.

Pero la situación pinta bastante fea. Han vuelto a fallar en la misión y siguen sin tener el recibo del Guernica. Entonces a Amelia se le ocurre una idea (muy española, como varios personajes dicen), que es directamente falsificar el recibo. Para ello necesitan la firma de Picasso, papel y una máquina de escribir de la época.

Amelia tiene la clave para conseguir la firma. En una escena anterior, Amelia se ofrece voluntaria para tranquilizar a Velázquez (que ni intentando sobornar a Angustias con ponerle su cara a alguno de los personajes de sus obras consigue que nadie le diga nada sobre la misión). De hecho, Amelia le recomienda que sea menos pesado con la gente, que le irá mejor.

Amelia no entiende por qué tanto empeño en conocer a Picasso si él ha sido el más grande. Pero Velázquez no está de acuerdo. Para él Picasso fue el más grande porque fue allá donde nadie había ido. A los 14 años ya era capaz de pintar acuarelas que parecían fotografías pero no se conformó con eso y cambió la forma en la que se concebía la pintura. Velázquez es muy fanboy de Picasso.

Velázquez le pide a Amelia que si existe alguna posibilidad de ayudar en la misión, que le tengan en cuenta. Pero que monísimo que es Velazquez leche.

Total, que Amelia (que aqui ha demostrado ser un amor) convence a Salvador para que mande a Velázquez a fangirlear, digo a conseguir la firma de Picasso.

Nuestro Velázquez va a la Barcelona de 1899 y allí consigue entablar conversación con Picasso. Unas cosas llevan a otras y Picasso se emociona bastante hablando del Prado. Velázquez quiere saber qué es lo que más le gusta del museo. Goya, por supuesto, es la respuesta de Picasso (esto deja bastante chof al pobre Velázquez) y se pone a ensalzar las pinturas negras de Goya.

Cuando parece que nuestro Velázquez se nos va a echar a llorar, Picasso cambia el tercio y añade "Y Velázquez, claro, que ha sido el más grande" y entonces se lanza a una descripción sobre lo que es contemplar Las Meninas y cómo cada vez se descubren cosas nuevas. Picasso le pregunta si él ha visto las Meninas y Velázquez le responde que si. Aquí Velázquez está a punto de echarse a llorar otra vez, pero esta vez de la emoción. Resulta que Picasso también es muy fanboy de Velázquez.

La escena termina con Velázquez pidiéndole su firma a Picasso para que un día pueda decir que le conoció. Picasso no le entiende muy bien pero firma porque ha sido amor a primera vista. Fanboys pictóricos unidos.

En otro orden de cosas, Julián se queda en el pasado para hablar con la amante de su padre y convencerla de que le deje, algo que consigue (como más adelante le contará su padre que admite ante su hijo que fue ella y no su madre, el amor de su vida).

A la vuelta, Ernesto está esperando a Julián para llevarle ante Salvador que está muy enfadado con él. Resulta que Julián se ha desentendido de la misión y Salvador esto es lo único que no puede perdonar, que abandone a sus compañeros de patrulla. Tras echarle una buena bronca e interrogarle sobre dónde ha estado (Julián ha tenido la vista de comprar un disco que le sirve a la vez como excusa y como regalo de cumpleaños de su padre), le deja irse pero tras amenazarle de muy mal rollo. Salvador en este episodio me ha dado un poco de miedito.

Una vez reincorporado a la misión, Julián va con Amelia a un cuarto de un teatro en el que tienen una máquina de escribir como la que necesitan. Allí, Amelia le dicta lo que tiene que escribir (a ella lo de las máquinas de escribir no le va) y cuando lo tienen, mete el contenido en un sobre y se lo manda a Irene a 1981.

Irene vuelve al piso a recoger el sobre y aprovecha para ligarse a una chica en un bar antes de completar con éxito la misión. Por fin tienen el recibo del Guernica, aunque sea falso.

Por cierto, antes de eso, Irene tiene una charla muy chula con Julián acerca de que es normal que visite su pasado, que todos lo hacen, pero que sea más discreto. También le dice que no puede seguir actuando como si el único que sufriera es él. Que tiene que seguir adelante. Y que ella está allí por si necesita cualquier cosa. En serio, Irene es genial. Entre esto y que se ha tirado todo el episodio haciendo comentarios positivos de Amelia en plan hermana mayor orgullosa, me ha encantado. Es la más maja de todos los jefes de largo.

El episodio termina con el trio calavera yendo al Reina Sofía a ver el Guernica, muy emocionados.

El episodio me ha gustado pero comparándolo con los anteriores me ha faltado algo. Alonso no ha participado demasiado, Julián se ha puesto muy pesadito con sus dramas familiares (es que a este pobre chico parece que le van siguiendo los dramas. Definitivamente le pega enamorarse de Amelia) y Ernesto y Salvador me han dado bastante mal rollo (lo de la prisión en la que encarcelan a los renegados en la Huesca de 1053 da muy, muy mal rollo).

De los personajes principales los que más me han gustado han sido Amelia e Irene (a la que por fin ha dado algo más de protagonismo, ¡¡bien!!), que además han sido las que han conseguido que la misión fuera un éxito.

Amelia ha demostrado su inteligencia al dar con el plan definitivo y su mano izquierda para saber tratar a Velázquez e Irene ha ido dejando muestras de lo guay y maja que es durante todo el episodio.

La misión en sí ha sido un poco caótica (y un tanto desastrosa, menos mal que ha acabado bien) pero toda la trama que se ha empezado a desarrollar con la aparición del agente canadiense/americano pinta muy, muy interesante.

Muy fan de las pintas de Alonso en 1981 (si es que le pega mucho el rollo heavy). Eso si, cuando Alonso ha mencionado que él vive en el mismo piso pero cuatro siglos antes me ha dado un poco de yuyu. Parecía un caso como los de Jiménez del Oso del estilo del que ha abierto el capítulo.

No se ha notado que los hermanos Olivares son fans de Leño (y de Carabanchel), qué va. Yo soy Rosendo e invito a Javier Olivares a mi próximo concierto. Menuda publicidad le está haciendo.

En otro orden de cosas, me parece que a Amelia le empieza a exasperar un poquito la obsesión de Julián por su mujer y a este ya le vale, pasar de Amelia cuando por fin parecía que se iba a abrir y contarle algo sobre el asunto lápida.

Julián y su rollo familiar me han cargado mucho en este episodio. Se ha puesto muy pesado y yo soy Amelia y dejo que Alonso le pegue un buen par de collejas porque se las merecía de largo.

Por cierto, me declaro fan incondicional del Velázquez de Julián Villagrán.  Es que no se puede molar más, ni ser más mono, aún siendo tan sumamente pesado. Hoy me han dado ganas tremendas de darle un abrazo cuando todo el mundo le ignoraba. Qué mona Amelia haciéndole caso y al final incluyéndole en la misión para que por fin consiguiera conocer a Picasso.

Las escenas entre Amelia y Velázquez en la que éste le cuenta por qué piensa que Picasso es el mejor pintor  que ha habido y la escena entre Picasso y Velázquez me han parecido lo mejor del episodio.

La escena entre ambos pintores, que en el trailer parecía que iba a resultar un momento cómico, ha terminado resultando muy bonita. Si a las palabras de Velázquez sobre Picasso le añadimos las de Picasso sobre Velázquez y sobre Goya, la serie ha hecho un tremendo homenaje a los tres pintores españoles más importantes de la historia. Me ha encantado. Si es que esta serie es muy grande.

Tengo que reconocer que me ha emocionado  la descripción que el Picasso de la serie ha hecho de Las Meninas. Velázquez es mi pintor favorito y Las Meninas mi cuadro. Siempre que voy al Prado termino delante de Las Meninas totalmente atontada. Es que me parece una absoluta obra maestra. Como decía Picasso, siempre que lo miras descubres algo nuevo.

El momento final con nuestro trío protagonista viendo el Guernica también me ha parecido precioso.

MEJORES FRASES/MOMENTOS
  • "Bienvenidos a casa de los Alcántara" (Julian al entrar en el piso Franco del Ministerio en 1981)
  • "Velázquez como vuelva a insistir le mando a Altamira a pintar Bisontes" (Salvador a Velázquez cuando éste insiste por enésima vez en conocer a Picasso)
  • "El rock es el mejor invento de la historia de la humanidad junto con la cerveza y las patatas bravas" (Julián dixit ante una Amelia que no se entera ni del nodo)
  • El intento de Velázquez de chantajear a Angustias para que le cuente cosas de la misión a cambio de poner su cara a una de las hilanderas o a la vieja friendo huevos
  • La descripción de Picasso sobre de Las Meninas. Simplemente genial
  • Las pintas heavys de Alonso
  • El homenaje a Jiménez del Oso y todas las referencias a la cultura de la época.

LO MEJOR: La escena entre Velázquez y Picasso, mayor protagonismo de Irene y gran idea de Amelia para llevar a cabo con éxito la misión

LO PEOR: Julián se ha puesto un poquito cargante esta semana y sus dramas familiares se me han hecho un poco pesados.

PUNTUACIÓN: 9/10

El trailer del próximo episodio pinta a capitulazo épico no, lo siguiente, aunque aparezca Mar Saura.

8 comentarios:

  1. Hola, puck!!

    Aunque el capítulo no ha estado mal, yo también pienso que es el más flojo de los emitidos hasta ahora. Creo que le ha faltado un poco más de movilidad, eso de tener a los tres en el piso sin hacer nada.. pues lo ha resentido el capítulo. Y coincido en que la trama de Alonso ha sido muy pesada, ha llegado a cobrar más protagonismo que la propia misión.

    Lo mejor ha sido el encuentro entre Picasso y Velázquez, qué risa la cara de Velázquez al oir que nombraba primero a Goya, jajjajja!!! me partí de risa. Uno de los mejores momentos de la temporada!!! También me gustó el principio cuando Alonso dice que da fe de que no han dejado rastro en el pasado, entonces Salvador le enseña el dibujo donde van en moto y Alonso va y se ríe. Y la imagen de Irene fantasma también.

    Por otro lado, ver a Alonso vestido de macarra no tiene precio así como verle tirándose de los pantalones que le ajustaban demasiado.

    Este "viajero del tiempo" que se ha quedado encerrado en Huesca, me da que va a traer problemas.. ya veremos...

    Gracias por el resumen, tan detallado y divertido. Un abrazo y hasta pronto!!!

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  2. Hola de nuevo!!
    Este segundo mensaje es para dar una buena noticia: TVE ha renovado "El ministerio del tiempo": habrá otra temporada con otros 8 capítulos!!!!!!!!!!!!!

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    1. Hola Silvia!!!

      ¡¡Gracias por avisar de lo de la renovación!!! Qué buenísima noticia después de las audiencia tan bajita que tuvo ayer (se la llevaron por delante los programas estrella de Antena y Telecinco).

      Supongo que habrá contado la cantidad de gente que la ve en la web de tve y en la SmartTV (yo conozco bastante gente que la ve así de forma legal).

      El episodio me ha gustado pero es que el listón estaba tan alto que comparado con los anteriores he notado bastante la diferencia. Pero vamos, un episodio menos bueno de esta serie es mejor que uno bueno de la mayoría de las series españolas.

      Tienes razón con la de la movilidad. No había caído. Tener al trio tanto tiempo metido en el piso le ha quitado un poco de fluidez y ritmo al episodio.

      La trama de Julián se me ha hecho muy cansina y mira que el me gusta, pero han gastado demasiado tiempo del episodio con la historia de sus padres. Tiempo que podían haber dedicado a la misión para perfilarla más.

      Soy muy fan de Velázquez. Es que es un personaje chulísimo y me ha encantado el homenaje de la serie a nuestros pintores.

      Lo de Alonso y la moto (sobre todo sus caras antes y después de ver la ilustración del libro) y Alonso en modo heavy ha molado mucho.

      La trama del otro viajero del tiempo y la organización para la que trabaja se presenta bien chula.

      Me alegro que te haya gustado el resumen.

      Un abrazo

      Hasta pronto

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  3. Casi una semana después, por fin he podido ver el capítulo 5.
    Me ha gustado en general. La trama de Julián ha sido aburrida. Aunque ha sido emotivo cuando juega con Maite de pequeña, espero que haga caso a las palabras de Irene y que pase página de una vez.

    Fan absoluta de Velázquez, que carita con lo de Goya y cómo se ha venido arriba después. Solo por ver a Velázquez y Picasso juntos ya ha valido la pena ver el capítulo. Menudo fanboy está hecho.

    A lo tonto esta serie dice verdades como catedrales:

    Alonso diciendo que no le extraña que España haya dejado de ser un imperio porque siempre ha tenido mejores soldades que jefes. Eso es un zas en toda la boca y una verdad como una casa.

    Lo del canadiense me tiene con la mosca detrás de la oreja. No pinta bien(como la cárcel donde lo han metido). Me da que los va a meter en algún lío.

    Espero el próximo capítulo con ansia, a ver si lo puedo ver en directo.

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    1. Cuando Julián estaba jugando con Maite me ha dado bastante penita, pero tiene razón Irene, lo mejor es que pase página porque sino no lo va a superar nunca.

      Lo de Velázquez y Picasso ha sido lo mejor del episodio. Cada capítulo que aparece Velázquez escala puntos en mi lista de personajes favoritos de la serie. Si es que es un amor de hombre.

      Pues si, casi como de pasada, en la serie van metiendo puyas. Es una de las cosas que más me gustan de la serie. Cuando Alonso ha soltado lo de que en España siempre ha habido mejores soldados que mandos casi me levanto y me pongo a aplaudir. Una verdad como un templo, si señor.

      Lo del canadiense y la organización en la que trabaja y todo el asunto de la cárcel me tienen totalmente intrigada. Tiene pinta de ser una trama que va para largo y que puede dar mucho juego.

      Yo después de ver el avance tengo muchísimas ganas de ver el próximo episodio porque pinta genial.

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  4. Existen varios errores de carácter histórico, como el ropaje del carcelero que encierra al canadiense. En 1053 Huesca pertenecía a la taifa de Zaragoza por lo que dificilmente iría vestido así.

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  5. Me pregunto yo si el padre de Julián no se acuerda del "policía" que le pidió la documentación en el baño durante el concierto. Mientras veía cómo recibía el vinilo y recordaba haber estado en la discoteca en directo creía que de alguna manera iba a hacer algún comentario (porque lo de relacionarlo con su hijo ya sería darle demasiadas vueltas, pero oye, que me ha faltado algo en esa parte).

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    1. Yo creo que los guionistas no han querido complicarse demasiado y han hecho que el padre de Julián no se acordara de él con la excusa de que habían pasado muchos años. Pero es cierto que la paradoja temporal que ha provocado el encuentro en los 80 entre Julián y su padre es curiosa.

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