lunes, 27 de octubre de 2014
HOMELAND 4X05 ABOUT A BOY
(contiene spoilers)
Buen episodio de Homeland esta semana, en el que han pasado multitud de cosas y que ha empezado a preparar el terreno para lo que aún está por pasar.
El episodio empieza con Carrie y Aayan en la cama. El pobre no se cree lo que ha pasado la noche anterior y levanta la sábana para ver el cuerpo desnudo de Carrie para cerciorarse.
Esto hace que ésta se despierte y le diga a Aayan que no se mueva, que va a ir a por el desayuno.
Carrie, además de a por el desayuno, va a hablar con Saul para contarle lo que su equipo ha descubierto y lo que está haciendo con Aayan. Saul le pregunta de cuánto tiempo dispone y Carrie le dice que tres días. Saul se marcha ya a Washington. Va a coger el avión esa misma mañana y le dice a Carrie que la llamará cuando llegue a casa para que le cuente cómo va todo.
Mientras tanto, Fara y Quinn están vigilando al clérigo al que Fara vio con Aayan y su tio Haaqani.
Fara está un tanto asustada, ya que Carrie le prometió un trabajo de oficina y nunca imaginó que tendría que hacer vigilancias. Que Quinn se ponga a montar su rifle con mirilla telescópica por si aparece Haaqani tampoco ayuda a tranquilizarla.
Además, Quinn no es la mejor compañía del mundo en este momento. Sigue sumido en su crisis, odiando su trabajo más que nunca (algo que no me extraña) y de paso crónicamente enfadado con Carrie (aunque en esto tiene razón, la verdad).
Fara le comenta a Quinn que Carrie le ha dicho que si quiere hacer bien su trabajo, tiene que aprender a mentir bien. Quinn le dice que para eso tiene a la mejor maestra posible en Carrie. Los espías tienen que aprender a utilizar las debilidades del enemigo en su favor, como está haciendo Carrie ahora con Aayan.
La marcha de Saul del país no ha pasado desapercibida para el servicio de inteligencia paquistani, el ISI donde vemos a Tasneem (la mujer que amenazó al marido de la embajadora en el episodio anterior) y a Aasar Khan (el hombre que se entrevistó con Saul) en una reunión comentándolo. Ambos parecen encantados con que Saul se vaya del pais.
Hablando de Saul, en el aeropuerto ve a Ghazi (el hombre que organizó la revuelta que mató a Sandy) y llama a Carrie para avisarla de que va a coger un vuelo en dirección a Sudáfrica, pero le salta el buzón de voz. Después de dejarle un mensaje, empieza a seguir a Ghazi por todo el aeropuerto (y sin ser demasiado sutil, la verdad).
Saul llama a Quinn para comentarle también el asunto de Ghazi. Quinn queda en hablarlo con Carrie, una vez consiga localizarla (si, Carrie sigue sin coger el teléfono). Saul continua siguiendo a Ghazi, hasta que éste entra en un baño. Cuando Saul entra allí, se encuentra con que Ghazi le espera dentro, él y dos de sus hombres que le drogan y se le llevan en una silla de ruedas.
Ghazi llama a Tasneem para avisarla de que la operación se ha llevado a cabo. Parece que, como en el caso de la CIA, los agentes del ISI cada uno tiene sus propios intereses.
Fara y Quinn siguen con su vigilancia. Ha llegado la noche y Fara ve cómo el clérigo al que están vigilando sale de su casa y se monta en un coche. Algo bastante raro, sobre todo teniendo en cuenta la hora que es.
Quinn y Fara cogen el coche y se ponen a seguirle hasta que tienen que detenerse en un control de la policía. Quinn, que va conduciendo, le pide a Fara que llame a Carrie para que les mande un dron para establecer la vigilancia del clérigo, ya que sería peligroso que se adentraran más allá del control. Fara llama a Carrie pero ésta sigue sin contestar. Fara le pregunta a Quinn sino puede autorizarlo el, pero Quinn le responde que sólo Carrie tiene la autoridad para hacerlo.
Quinn manda a Fara a que ponga un dispositivo de rastreo en el coche del clérigo. Durante el control vemos cómo en el maletero del coche del clérigo es donde tienen maniatado y amordazado a Saul. Uno de los policías hace la vista gorda y cierra el maletero, justo cuando Fara pasa a su lado.
Sin embargo, otro policía ve a Fara y le pide que vuelva a su coche y a ésta no le queda más remedio que hacerlo. Mientras Fara está fuera del coche Quinn vuelve a llamar a Carrie, que sigue sin contestar y le expresa su malestar de una forma bastante directa. Por culpa de que Carrie no ha cogido su teléfono, han perdido la pista del clérigo (y aunque ellos no lo sepan todavía también de Saul).
Por su parte, Carrie sigue intentando ganarse la confianza de Aayan, que parece cada vez más seducido por Carrie. Ésta no está nada cómoda con lo que está haciendo (Aayan es un chico encantador y da bastante pena lo destrozado que va a quedar cuando se entere de toda la verdad), incluso se echa a llorar mientras están manteniendo relaciones sexuales, pero no le queda más remedio (o por lo menos piensa ella). Es la única manera de llegar hasta Haaqani dentro del plazo de tiempo del que disponen.
Aayan también le sirve a Carrie para empezar a enfrentarse con la muerte de Brody (algo de lo que parece que ha estado huyendo hasta el momento). Carrie le cuenta a Aayan que tiene una hija (algo que Aayan ya sabía porque habia visto la cicatriz de su vientre).
Al preguntarle por el padre de la niña, Carrie le dice que también era periodista (la tapadera de Carrie es que ella es periodista y está cubriendo la noticia de la muerte de Haaqani) y que ha muerto. Ella le mandó a un trabajo muy peligroso y no volvió. También le dice que no era su marido pero que a ella le hubiera gustado que lo hubiera sido.
Carrie, enciende una grabadora y empieza la "entrevista" para el reportaje. Carrie le pregunta por su tío, por su relación con él y le comenta un rumor qué ha escuchado acerca de que su tío sigue vivo.
Aayan le insiste a Carrie que su tío está muerto y se pone de repente bastante nervioso. Carrie le consigue tranquilizar volviéndose a acostar con él.
A la mañana siguiente, Carrie contempla a Aayan que aún está durmiendo. En ese momento empiezan a sonar unos golpes en la puerta.
Cuando sale a la calle para ver quién es, Carrie distingue a Quinn en la acera de enfrente. Está bastante enfadado porque Carrie no ha cogido el teléfono y les ha estropeado la operación de vigilancia.
Quinn le pregunta que qué está haciendo y Carrie le contesta que reclutar a una nueva fuente. Quinn le comenta que a su modo de ver lo único que está haciendo es acostarse con un niño y si existe alguna línea que ella no tenga intención de cruzar.
Carrie le pregunta que por qué está enfadado. Quinn, sorprendentemente no le responde (aunque la lista de cosas por las que Quinn podría estar enfadado con Carrie sería igual de larga que la muralla china) y ambos se marchan enfadados.
Cuando vuelve a la casa, Carrie al principio no ve a Aayan y se asusta, pero enseguida le encuentra en la terraza. En ese momento Aayan decide confiarle a Carrie su secreto. Su tío está vivo, pero no puede decírselo a nadie.
Por otro lado, la embajadora y su marido siguen teniendo problemas. Dennis le dice a su mujer que al final ha decidido quedarse, pero Martha le dice que ella sabe que lo del trabajo era mentira y que lo que quería era irse de allí. Esto hace que Dennis se vaya a un bar a ahogar sus penas.
A la embajadora le llegan noticias de que su marido se está emborrachando en un bar y va a buscar a Quinn (que por lo visto es a quien recurre en estos casos) para que traiga de vuelta a su marido.
Como Quinn no está, Redmon se ofrece a ayudarla él y va al bar a hacerle compañía a Dennis. Cuando éste está a punto de confesarle a Redmond el lío en el que está metido, aparece Tasmeen y Dennis cambia de idea.
Por cierto, ya sabemos qué abría la llave que Tasmeen le dio a Dennis en el episodio anterior. Se trata del apartamento de Carrie, donde Dennis se cuela y empieza a sacar fotos con su móvil de su medicación y también de la foto que Carrie tiene de ella con su hija.
El episodio ha estado muy bien pero se ha vuelto a demostrar que es increible que Carrie continue en la CIA por muy buena agente que sea.
Lo de seducir a Aayan puede ser moralmente reprobable, pero lo de no coger el teléfono cuando su equipo la estaba llamando, es directamente irresponsable y ha causado un buen problema para la agencia.
Quinn ha estado sembrado durante todo el episodio, tanto en sus comentarios a Fara (que me cae bien pero que me parece demasiado inocente para el mundo en el que trabaja sobre todo si se tiene en cuenta que su superior directa es Carrie, que todo el mundo sabe cómo es. Me sorprende mucho que ella se sorprenda), como en la escena con Carrie.
Lo único que no me ha gustado es que se deje implícito que Quinn está enfadado no porque Carrie sea una incompetente sino porque está celoso de Aayan. En esa escena Quinn le tenía que haber enumerado punto por punto todo lo que está haciendo mal en la operación, que es mucho.
Aunque desde que Quinn parece haber asumido que siente algo por Carrie, está más borde con ella que nunca (lo cual es normal, Quinn está más enfadado con él mismo por haber llegado a esa situación que con la propia Carrie).
Aayan es muy dulce y me está dando mucha pena toda la situación. Ha conseguido que Carrie se abra un poco con relación a Brody, que ya es más de lo que han conseguido el resto de personajes.
La historia de la embajadora, su marido, los agentes del ISI y Redmond me está gustando mucho y me intriga sobremanera. Lo de que en el ISI también parece que hay dos fracciones trabajando de forma distinta puede dar mucho juego.
Saul lo ha hecho fatal en el aeropuerto. Para haber sido director de la CIA ha pecado de ingenúo y ha quedado completamente al descubierto. La sutileza no ha sido lo suyo, como tampoco lo ha sido la observación. Normal que le hayan terminado descubriendo y capturando.
El próximo episodio se plantea interesante. Cuando se descubra que Saul ha sido capturado, Carrie va a aumentar su grado de locura habitual y Quinn su grado de enfado habitual. Es probable que salten chispas entre ellos y no precisamente agradables.
LO MEJOR: las frases de Quinn, la historia de la embajadora y su mujer, los agentes del ISI
LO PEOR: Carrie haciendo de forma pésima su trabajo otra vez
PUNTUACIÓN: 9/10
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