(contiene spoilers)
Episodio centrado totalmente en Beckett, lo que en mis estándares nunca es bueno. Stana Katic no es mala actriz, pero carece del carisma suficiente para llevar ella sola la serie. Tener a Nathan Fillion en tan pocas escenas, perjudica a esta serie siempre.
Además, como casi siempre que el tema de los episodios es más serio, la serie se queda a medio camino. Eso si, tengo que reconocer que para ser un episodio de la trama argumental de Beckett no ha estado mal.
El episodio se centra en Beckett infiltrándose en una red de traficantes de droga para identificar a su líder. Pero, la historia es mucho más complicada que todo eso, ya que enlaza con la trama personal de Beckett.
El episodio empieza con Beckett y Castle en plan relajado en casa, terminando de decidir algunos cabos sueltos de la boda. En ese momento, la capitana Gates llama a Beckett y le dice que vaya a la comisaría enseguida, pero que vaya sin Castle.
Una vez en la comisaria, la capitana le presenta al capitán de la división de narcóticos. Llevan un tiempo siguiendo a un nuevo cártel que se ha introducido en la ciudad y por fin creen estar cerca de descubrir quién es el líder, alguien apodado Lazarus.
Han detenido a una chica que actuaba como correo de los narcotraficantes y que tenía una entrevista con ellos al día siguiente. El capitán esperaba mandarla con un micrófono para identificar por fin al líder (porque la correo afirmaba que no le conocía), pero la chica, Elena, había intentado suicidarse y actualmente estaba inconsciente en el hospital y, evidentemente, no podía ir a la entrevista.
Por ello habían buscado en la base de datos de la polícia a una mujer de similar complexión física y edad a Elena y que hablara ruso. La única coincidencia habia sido Beckett.
El capitán de narcóticos tenía la intención de mandar a Beckett a la entrevista, haciéndose pasar por Elena. El capitán asegura a Beckett que todo será muy rápido y que no correrá ningún peligro. La capitana Gates no está tan segura y le dice a Beckett que es libre de no aceptar el encargo. Sin embargo, Beckett acepta sin dudarlo.
Una vez en el lugar de la entrevista, todo se descontrola. Unos desconocidos secuestran a Beckett y la llevan ante el que parece ser la mano derecha de Lazarus, que hace una oferta a Elena para aumentar su rol en la organización.
Beckett a cambio les dice que quiere conocer a Lazarus en persona. El hombre que ha llevado a Beckett ante la mano derecha de Lázarus no se fía de ella y se lo hace saber a su superior, pero este simplemente le dice que la vigile.
Sin embargo, hay algo raro en todo esto, ya que Beckett se da cuenta de que Elena no parece ser la mujer inocente que dice ser y en un momento que la dejan sola en un despacho, consigue llamar a la comisaría.
Esto hace a Huertas y Espósito empezar a investigar a Elena. Van a verla al hospital para interrogarle, ya que les dicen que ha recuperado la consciencia, pero cuando llegan a su habitación se encuentran al políca que la custodiaba muerto y a Elena desaparecida. Definitivamente Elena no era quien decía ser.
Mientras tanto Beckett es sometida a una prueba por Lazarus y sus hombres, que ordenan a Elena matar a un abogado en su casa.
Beckett para mantener su coartada finger asesinar al abogado y le da un mensaje para sus compañeros de la policía. Sin embargo, nadie en la comisaría entiende por qué Lazarus quería que Elena matara a un abogado de empresas que no había tenido nunca ningún encuentro con organización criminal alguna.
Después del "éxito" de su misión, Beckett es llevada por fin ante Lazarus (su escondite está en un sótano donde ve a un montón de mujeres contando dinero procedente de la droga y unos extraños mensajes escritos en unas pizarras). Sin embargo, el plan se tuerce definitivamente cuando Lazarus resulta ser Simmonds un jefe del crimen organizado con el que Beckett ya se había cruzado y al que había acusado de matar a su madre.
A partir de aquí Beckett es torturada y sentenciada a muerte. Pero cuando el hombre de Lazarus que no se había fiado de ella desde un principio se disponia a matarla, aparece la verdadera Elena y la rescata. Al preguntarle Beckett por qué lo había hecho, ésta le responde que había sido una orden de Lazarus.
Esto desconcierta a Beckett, pero, al ver una noticia de que el senador Bracken se va a presentar a la presidencia ya que ha recibido un sorprendente respaldo económico, las cosas encajan.
Bracken es Lazarus y ha financiado su campaña con el negocio de las drogas. Por ello mandó a Elena a rescatarla, por qué se lo debía desde el momento en que Beckett había salvado su vida. También consiguen entonces entender del por qué del intento de asesinato del abogado. De alguna manera había participado en la creación del fondo de inversión que apoyaba a Bracken y se lo querían quitar de enmedio.
Sin embargo, como Beckett le comenta a Castle, nada de todo esto puede ser probado.
El episodio no ha estado mal, pero a mi personalmente este tipo de episodios de Castle no me gustan.
Como comentaba antes, Stana Katic es muy guapa y una actriz aseadita, pero desde luego mi interés en la serie se reduce a la cuarta parte cuando un episodio es básicamente 35 minutos de Beckett y 5 de Castle. Nathan Fillion es el alma de esta serie y cuando no sale, la serie se resiente mucho.
Tampoco entiendo la necesidad de liar la historia de Beckett tantísimo. Están corriendo el peligro de saturar al espectador como han hecho otras series con el personaje tan manido del villano ultrapoderoso que nunca puede ser atrapado y que siempre va por delante de nuestros intrépidos protagonistas (Woo Fat, Pelant, John el Rojo os estoy mirando a vosotros).
Eso si, para ser un episodio de la trama de Beckett ha estado mejor que otros.
LO MEJOR: Episodio más entrenido de lo que suelen ser los de la trama de Beckett
LO PEOR: Saturación absoluta de Beckett, ausencia de Castle de casi todo el episodio
PUNTUACIÓN: 7/10
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