(contiene spoilers)
Buen episodio de Elementary esta semana, con un buen caso de la semana y una trama secundaria centrada alrededor de Joan y Bell muy interesante.
El caso de la semana se centra en el asesinato de un investigador en su laboratorio. La víctima trabajaba en un proyecto relacionado con un aeorosol capaz de detectar el cáncer en los pacientes.
A lo largo de la investigación, Sherlock y Joan descubren que la víctima, junto con una ejecutiva de una industria farmaceútica, se dedicaba a destapar casos de fármacos fraudulentos y en un principio piensan que ese es el motivo de su asesinato.
Sin embargo, al final resulta que la muerte del investigador no se trataba más que de un daño colateral. Su jefe, y dueño de la empresa para la que trabajaba se encontraba en medio de un proceso de divorcio y quería pasarle a su ex la menor cantidad de dinero posible.
Si el aerosol se hubiera patentado cuando el investigador tenía previsto, su compañía habría valido mucho más dinero, por lo que el hombre decidió matar al investigador para retrasar el desarrollo del aerosol. Aunque, por si acaso, también decidió matar a su mujer y eso fue lo que terminó delatándole.
Por otro lado, Bell llama a Joan porque quiere consultarle un caso y aprovecha para invitarla a ella y a Sherlock a una fiesta que le van a dar sus compañeros para celebrar su reincorporación plena al servicio activo.
El caso de Bell se centra en un traficante, que había matado a un niño en un barrio marginal. Bell había conseguido que una chica que había presenciado el crímen, fuera a testificar en contra del traficante, pero desde hace unos días no consigue dar con ella y sospecha que se ha echado para atrás. Bell le pide a Joan que le eche un vistazo al caso.
Durante la investigación, Joan da con un antiguo profesor de la chica, que había sido su mentor y que según Bell es una leyenda entre la población de los barrios marginales de Nueva York por la cantidad de chicos a los que ha ayudado.
Joan va a verle y consigue ver a la chica que está en la casa del profesor. La chica le dice a Joan que no va a testificar porque está embarazada y no quiere que su hijo corra peligro.
El profesor se ofrece a testificar por ella, pero su testimonio no resultaría válido. El traficante va a quedar libre, algo que frustra enormemente a todos los implicados. Por ello el profesor, coge un revólver, va a ver al traficante y le descarga toda la pistola, consiguiendo matarle justo antes de que la banda del traficante le dispare y acabe con su vida.
Cuando Bell se entera de esto, queda profundamente conmocionado, ya que nunca hubiera esperado que el profesor terminara acudiendo a la violencia para resolver sus problemas, algo contra lo que había luchado toda su vida.
Así se lo encuentra Sherlock, pensando en si entrar o no en la celebración que le habían preparado. Sherlock (que había estado dudando durante todo el episodio en si ir o no a la celebración de Bell), le ofrece ir a tomar un café a una cafetería cercana mientras se decide entrar a la celebración. Bell acepta y ambos se van a tomar un café.
El episodio ha estado bien. El caso de la semana, como siempre ha sido muy curioso, pero lo mejor ha sido sin duda la trama secundaria de Bell, Joan y el profesor Rose.
El desenlace que iba a tener se veia venir desde el principio, pero no por ello ha dado menos pena o ha resultado menos impactante.
Me ha gustado mucho la escena final de Sherlock y Bell. Parece que por fin han solucionado sus diferencias.
LO MEJOR: la trama de Bell, Joan y el profesor
LO PEOR: muy poca interacción entre Sherlock y Joan
PUNTUACIÓN: 8/10
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