jueves, 3 de abril de 2014

BONES 9X19 THE TURN IN THE URN


(contiene spoilers)

Episodio entretenido aunque no especialmente relevante de Bones esta semana. El caso de la semana no ha estado mal y la subtrama de Finn y la hija de Cam me ha gustado aunque realmente lo que le suceda a dos personajes terciarios tampoco es que tenga mucha importancia para la serie.

El episodio empieza con Booth y Brennan yendo a un funeral de uno de donantes que patrocina el trabajo de Brennan.

Booth no está especialmente contento con esto porque debido a ello tiene que perderse un partido de fútbol importante (aunque intenta verlo en su móvil en el funeral lo que le granjea miradas asesinas de parte de los invitados).

Sin embargo, el funeral no resulta ser lo que todos esperaban ya que el supuesto muerto, Todd,aparece vivo y coleando antes de que empiece la ceremonia. Por lo visto llevaba unas semanas en un tratamiento de desintoxicación en Costa Rica y no se había enterado de nada de lo que había pasado.

Resulta que la víctima apareció en la cámara de seguridad de la mansión y como cuando el cuerpo fue encontrado había transcurrido tiempo desde su muerte, se encontraba desfigurado por la descomposición y presentaba similitudes físicas con el dueño de la casa, se asumió que se trataba de él.

Un análisis de los restos obtenidos de la cremación (concretamente de un diente) revela la identidad de la víctima, Daniel, ayudante personal de Todd y que le ayudaba en una gran cantidad de negocios y compra de objetos antiguos de valor incalculable.

El caso da una nueva sorpresa cuando Brennan identifica como arma homicida un cáliz de valor incalculable, cuya creación data de 4000 años atrás y que llevaba 400 años en paradero desconocido.

A lo largo de la investigación surgen multitud de sospechosos, empezando por la madre de Todd, una mujer de origen gitano, con mucho carácter y problemas de dinero, el propio Todd (al que Booth no soporta debido a su condición de persona adinerada y también porque es un poco estúpido, la verdad), que termina confesando, aunque Booth no termine de creerle y finalmente la novia de Todd, que termina siendo la autora material del asesinato al sufrir un ataque de ira cuando se dio cuenta de que Daniel seguía pasándole drogas a Todd.

Finalmente el cáliz es recuperado y expuesto en el museo, para alegría de Brennan.

Paralelamente vemos la vuelta de uno de los internos Finn Abernathy (novio de Michelle, hija de Cam), que llevaba tiempo sin aparecer.

Finn llevaba un tiempo en Boston, dirigiendo el negocio de salsas que había montado con la ayuda de Hodgins utilizando la vieja receta de salsa de tomate de su abuela.

Finn vuelve exultante, haciéndole multitud de regalos a Michelle. Sin embargo ésta no parece especialmente contenta de verla y al final del episodio se descubre por qué. Entre la separación debida a la estancia de Todd en Boston y su propia experiencia en la universidad, Michelle siente que ha cambiado, que no es la misma persona y ya no quiere seguir la relación con Finn.

Brennan y Cam tienen un par de escenas apoyando a Finn bastante emotivas porque la verdad es que el pobre chico se encuentra destrozado.

El episodio ha estado bien, pero tampoco ha sido nada del otro mundo. El caso de la semana no ha estado mal aunque ha sido un tanto previsible. El multimillonario era tan desagradable que era evidente que al final iba a terminar no siendo el asesino para dar la sorpresa.

La parte de Finn y Michelle me ha gustado, sobre todo las escenas de Finn con Cam y con Brennan aunque tampoco fuera una trama que importara demasiado en la serie.

LO MEJOR: Los momentos emotivos de Finn con Brennan y Cam

LO PEOR: La irrelevancia del episodio

PUNTUACIÓN: 7/10

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