(contiene spoilers)
En el episodio de esta semana de Bones se ha tratado el tema del uso de la marihuana como remedio medicinal para combatir los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer.
El caso de la semana se centra en el asesinato de una chica que trabajaba en un dispensario donde se vendía marihuana medicinal a aquellos pacientes que tuvieran la acreditación correspondiente.
La propia chica era una usuaria de la marihuana medicinal para combatir los dolores del lupus que se le había diagnosticado tres años antes.
Sin embargo, a lo largo de la investigación se descubre que la víctima no sólo despachaba marihuana de forma legal, sino que también actuaba como traficante de la misma. De hecho, uno de los chicos a los que suministraba, un estudiante universitario que a su vez suministraba drogas a sus compañeros de facultad, resultó ser el autor material del asesinato.
Paralelamente tenemos el regreso de Wendell (mi becario favorito), que sigue luchando contra el cáncer que se le diagnosticó en episodios pasados.
El tema del que trata el caso hace que Wendell termine confesándole tanto a Hodgins como a Brennan que el es también consumidor de marihuana medicinal que utiliza para contrarrestar los efectos secundarios de su tratamiento.
Tanto Hodgins como Brennan no le dan mayor importancia a este hecho (teniendo en cuenta además que Wendell les jura y perjura que en el trabajo no la toma).
Esto hace que Wendell se anime a confesárselo a Cam, pero con ella no tiene tanta suerte. Resulta que aunque sea legal consumir marihuana con receta, no lo es hacerlo mientras trabajas para el gobierno federal, ya que podría provocar que las investigaciones en las que Wendell estuviera involucrado fueran declaradas nulas. Por ello a Cam no le queda más remedio que despedir a Wendell.
Esto no es por supuesto bien recibido por el grupo del Smithsonian, que intentan encontrar alguna solución al problema.
Wendell está en su casa, bastante deprimido, cuando Booth y Brennan van a visitarle. Han hablado con Caroline que les ha explicado que, efectivamente Cam tiene razón con respecto a que Wendell no puede trabajar para el gobierno siendo consumidor de marihuana, pero que pueden ofrecerle a un trabajo como consultor externo (que incluye hasta despacho) y eso sí sería legal.
Por otro lado, Booth está muy nervioso porque tiene que pasar un examen de capacitación. Esto a pesar de que siempre le ha salido estupendamente dicho examen cada vez que lo ha tendio que hacer. De hecho, se pasa todo el episodio obsesionado por el tema, llegando incluso a preguntarle a Sweets si el conoce las preguntas (evidentemente Sweets no le hace caso).
Finalmente, Booth pasa el examen con la mejor nota de todas las veces que ha hecho el examen (97% de aciertos). Su siguiente objetivo es superar esa meta
El episodio no ha estado mal, aunque el caso de la semana me ha parecido bastante tópico y previsible (que la chica que utilizaba la marihuana medicinal terminara siendo además traficante no me ha gustado un pelo).
Lo que si me ha gustado mucho, ha sido todo lo relacionado con Wendell, que ya de por si siempre ha sido mi becario favorito (es probablemente el único al que no tratan como una caricatura).
Mi parte favorita ha sido todo el apoyo que todos los miembros del equipo le han prestado. Especialmente me ha gustado la reacción de Brennan, que sin perder su toque de persona que comprende difícilmente las emociones, se va volviendo progresivamente más humana.
LO MEJOR: Todo lo relacionado con Wendell
LO PEOR: La resolución del caso de la semana se ha visto venir desde el principio
PUNTUACIÓN: 8/10
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